Opinión | Retiro lo escrito

El niño de la cañonera

El portavoz del PP, Miguel Tellado interviene en el pleno extraordinario del Congreso que este jueves debate la toma en consideración de la proposición de ley Orgánica de reforma de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial y de reforma de la Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal. EFE/ Mariscal

El portavoz del PP, Miguel Tellado interviene en el pleno extraordinario del Congreso que este jueves debate la toma en consideración de la proposición de ley Orgánica de reforma de la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial y de reforma de la Ley 50/1981, de 30 de diciembre, por la que se regula el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal. EFE/ Mariscal / Mariscal

Lo que decidió ayer el Partido Popular no fue expresar groseramente una ocurrencia a la vez estúpida, cruel e irrealizable: mandar a los buques de la Armada española para impedir que los cayucos cargados de migrantes se dirijan a Canarias. No, lo que inauguró ayer el Partido Popular fue una línea de acción política: convertir la migración de origen africano en un asunto fundamental de la agenda pública y mostrar una posición despiadada, beligerante y hasta militarizante contra el fenómeno migratorio. Es decir, hurtarle un leitmotiv electoral a la ultraderecha. Eso de mandar a las cañoneras para paralizar de terror a los negros lleva Vox repitiéndolo años, cuando no lustros. Incluso lo ha graznado en el Parlamento de Canarias varias veces desde el pasado verano. En el PP están tan confundidos y transitan tan atropelladamente por sus propios argumentarios que su portavoz en el Congreso de los Diputados, el señor Miguel Tellado, salió con la genialidad de que el Gobierno de Pedro Sánchez agita las migraciones «para distraer de las circunstancias judiciales de Begoña Gómez», la esposa del presidente Pedro Sánchez. Pero, oronda criatura mía, si eres tú quien el día anterior de la comparecencia de la señora Gómez ante el juez suelta la burrada de utilizar la Armada española para gestión la migración africana. ¿No hay ningún dirigente del PP que pueda hacer dos cosas a la vez? Recuerdo haber leído que Reagan o Johnson eran tan brutos que no podían masticar un chicle y bajar una escalera simultáneamente. O el chicle o la escalera. Téllez parece incapacitado para criticar la situación de Begoña Gómez y al mismo tiempo no soltar una necedad que vuelva a infectar el ambiento político en contra de una alternativa conservadora al PSOE. Un curro indescriptiblemente complejo, como comprenderán ustedes, y como demostró ayer Téllez.

Todo es de una indigencia política, intelectual y moral deplorable. Para empezar al seleccionar este discurso –una artera estratagema para ampliar sus apoyos electorales a su derecha– el PP está transmitiendo y legitimado el relato de una invasión de la que debemos defendernos militarmente. No sé a qué lugar mandaría Téllez si en un próximo gobierno fuera nombrado por Núñez Feijoo Almirante de la Mar Océana. ¿Se van a plantar en las costas de Mauritania? Es harto dudoso que la Armada española se ponga a operar en aguas mauritanas, y no solo porque se trataría de un acto de guerra, sino porque la UE y Estados Unidos priorizan la estabilidad política y la ayuda financiera y militar a una zona vulnerable y quebradiza. Con mayor razón los buques españoles ni pueden ni deben asomar las cañoneras frente al litoral del Sáhara Occidental que actualmente ocupa Marruecos, de donde quizás salgan entre un cuarto y un tercio de las pateras y cayucos que intentan y a veces consiguen llegar a Canarias. Y en todo caso, ¿qué infiernos harían los acorazados españoles? ¿Perseguir las pateras en aguas de soberanía de potencias extranjeras? ¿Abordarlas? ¿Detener a sus ocupantes? ¿Con qué puñetera autoridad? El subtexto de las palabras del señor Téllez no puede ser más repelente. Es como si creyera tener el derecho a impedir a emigrar a nadie. No lo tiene y en paz y alguien, incluso desde su partido, debería trasmitirle que los niños rellenitos que no han leído nada, que no saben nada, que no conocen nada, deben abstenerse de meterse en cosas de adultos y más aun de proponer ninguna puerilidad heroica que no les va a facilitar ni un voto más. En cambio, ningún compromiso con lo más obvio e inmediato: la solidaridad que necesita Canarias para que otras comunidades autonómicas acojan a parte de los menores migrantes no acompañados. La alternativa es muy evidente, señor Téllez: o usted los ayuda a vivir después de haber sobrevivido milagrosamente o usted los mata sin dejarlos escapar de la pobreza, la miseria, la violencia o la guerra, o tal vez volcando la patera de un cañonazo machote. Ah, olvidaba que usted no puede pensar en dos cosas a la vez. Salvo quizás a la hora de elegir entre centollo o fabada.

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