Salud | Día Mundial contra el Cáncer de Mama

El recorte en mamografías rebaja en un 27% la detección del cáncer de mama

La pandemia de Covid-19 llevó a reducir en 31.049 la cifra de pruebas realizadas en 2020 | Los profesionales insisten en la importancia del diagnóstico precoz

La reducción de la cifra de mamografías realizadas en el Archipiélago en el transcurso de 2020 rebajó en un 26,7% el número de detecciones de cáncer de mama, una enfermedad cuya lucha conmemora hoy su Día Mundial. Según informó ayer la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, el pasado ejercicio anual fueron diagnosticadas 381 pacientes de esta patología, después de que los profesionales practicaran 62.778 pruebas de este tipo a través del Programa de Diagnóstico Precoz. Este último dato refleja un descenso de 31.049 mamografías con respecto a 2019, cuando fueron detectados 520 cánceres.

Y es que la pandemia de coronavirus llevó a limitar la actividad hospitalaria, especialmente en los primeros meses de su irrupción. Esto, sumado al miedo a acudir a los centros sanitarios, se tradujo en una clara disminución del número de participantes en el screening de mama.

Lo cierto es que el diagnóstico precoz es imprescindible para abordar la dolencia. «Estamos ante una herramienta fundamental para mejorar el pronóstico de las pacientes y para aumentar la supervivencia, a nivel global, de la población femenina», indica la doctora Beatriz Pinar, médica adjunta al Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.

En base a las palabras de la especialista, el mayor problema que tiene esta dolencia es que agrupa distintas enfermedades con diferente pronóstico y evolución. «La evolución varía en función del tipo de cáncer de mama, si bien el más frecuente es el carcinoma ductal infiltrante», apunta la especialista del hospital de referencia del área norte de Gran Canaria. De hecho, gracias al Programa de Diagnóstico Precoz, que está dirigido a 305.480 mujeres de 50 a 69 años que residen en la comunidad autónoma, lo más habitual es diagnosticar este tipo de neoplasia en estadio I.

«En los últimos años se han producido avances increíbles en las terapias», dice la doctora Pinar

Por lo que respecta a los tratamientos indicados para su manejo, hay que decir que se dividen en dos grupos: los locales y los sistémicos. Los primeros van dirigidos hacia el tumor, mientras que los segundos afectan a las células de todo el cuerpo.

«En los últimos diez años se han producido avances increíbles en las terapias. En el caso de la cirugía, por ejemplo, las mejoras han permitido que más del 95% de las mujeres afectadas por el cáncer de mama pueda someterse a una cirugía conservadora. Además, la biopsia selectiva del ganglio centinela –una técnica que ayuda a averiguar si el cáncer se ha diseminado–, ha aportado muchísimas ventajas a las pacientes», valora la oncóloga.

El tratamiento radioterápico es otra de las técnicas que ha innovado con el paso de los años y, en la actualidad, no siempre es necesario irradiar todo el volumen mamario. «La irradiación parcial ha sido una de nuestras apuestas más seguras y se puede realizar con braquiterapia o radioterapia intraoperatoria», manifiesta la doctora Pinar.

La radioterapia externa también ha evolucionado. «Hemos ido avanzando en esquemas cada vez más hipofraccionados. Antiguamente, una paciente necesitaba seis semanas de tratamiento que implicaban 30 fracciones de lunes a viernes. Posteriormente, pasamos a reducirlo a la mitad y, por tanto, a realizar la técnica en 15 fracciones repartidas en tres semanas. Ahora mismo, lo normal es que las pacientes solo se traten en cinco días, lo que hace que el tratamiento sea más cómodo y llevadero», anota la facultativa del Doctor Negrín.

Por otro lado, la inmunoterapia ha abierto una vía esperanzadora para las pacientes que, después de haber estado en tratamiento, recaían en forma de enfermedad metastásica. «Han aparecido moléculas que van dirigidas contra dianas específicas. Afortunadamente, hoy en día la metástasis no es sinónimo de muerte», enfatiza.

Pero, ¿cuál es el tipo de cáncer de mama más preocupante? A juicio de la profesional, el denominado subtipo HER-2 sobreexpresado. «Este lleva a las pacientes a sufrir una peor evolución, aunque en los últimos años se han desarrollado anticuerpos específicos contra él. No obstante, el triple negativo es otro de los tumores que tienen peor pronóstico porque no disponemos de herramientas para tratarlo de forma eficaz a largo plazo», detalla.

Cabe recordar que el cáncer de mama suele acontecer, en mayor medida, a partir de los 50 años. «Siempre ha habido casos de mujeres que lo desarrollan a una edad más temprana, pero también es cierto que cada vez observamos tumores menos avanzados», destaca.

La mortalidad se ha reducido y la supervivencia a los cinco años ya alcanza un 90%

Hay que tener presente que el componente hereditario es un factor que se debe tener en cuenta y, si hay familiares directos afectados, hay que empezar a realizar las revisiones pertinentes antes de los 50 años. Otro de los datos importantes es que los profesionales han apreciado un incremento de la incidencia de este cáncer en pacientes obesas y fumadoras. «Estos son factores que la gente tiende a olvidar. El consumo de tabaco es siempre un abono para desarrollar cáncer y el sobrepeso es un mal que existe en la sociedad», subraya. «La práctica de ejercicio tiene muchos beneficios», prosigue la sanitaria, «y las pacientes que realizan algún tipo de actividad física después de haber sufrido un cáncer de mama o, incluso, durante el tratamiento, tienen una tasa de supervivencia mayor que las que llevan una vida sedentaria».

Por tanto, la prevención primaria es muy importante para evitar desarrollar la neoplasia. «Lo más recomendable es hacer algún tipo de ejercicio para evitar el sedentarismo, llevar una dieta equilibrada y no fumar. Además, no solo es fundamental participar en los cribados, también, aconsejamos autoexplorar los senos y, ante cualquier anomalía, consultar a los especialistas», sentencia la doctora Pinar.

Según precisa la administración sanitaria, el Programa de Diagnóstico Precoz cuenta con una decena de unidades fijas y una unidad móvil que se desplazan por todas las Islas con el propósito de acercar este servicio a la población y reducir la mortalidad asociada al cáncer de mama.

La exploración debe repetirse cada dos años y, para evitar posibles errores en el estudio de las mamografías, las pruebas son valoradas por dos radiólogos. Teniendo en cuenta que, a pesar de los buenos datos que mantiene Canarias, la pandemia de Covid-19 aún no ha finalizado, la Consejería insiste en que las mamografías se llevan a cabo con todas las medidas de seguridad. Por esta razón, animan a todas las mujeres a partir de 50 años a participar en el screening de mama.

Alta tecnología

El programa cuenta con equipos de alta tecnología que permiten obtener imágenes de excelente calidad y que pueden presumir de una gran capacidad de ajuste a la hora de elaborar los informes. El departamento del Gobierno canario pone además de relieve que el sistema informático que posee permite a los radiólogos contar con un software de apoyo a la lectura, lo que facilita la elaboración de los informes.

Gracias al diagnóstico precoz y a los avances que se han producido en los últimos años en las terapias, la mortalidad vinculada a esta enfermedad oncológica se ha reducido y la supervivencia a los cinco años ya alcanza un 90%.

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Con motivo del Día Mundial contra el Cáncer de Mama, que cada año tiene lugar el 19 de octubre, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) vuelve a lanzar la campaña Saca pecho y pone de manifiesto que esta neoplasia hace más vulnerables a las mujeres que desarrollan esta enfermedad. La organización hace un llamamiento social para corregir la inequidad que existe en torno al cáncer y, concretamente, en el cáncer de mama, del que se diagnosticaron 33.875 nuevos casos el pasado año en España y que provoca que el 15% de las mujeres que lo sufren esté en situación de extrema vulnerabilidad económica y laboral. Además, la institución también pide ayuda a la sociedad para seguir ofreciendo servicios y llegar a más mujeres con extrema vulnerabilidad a través de la atención social, psicológica y orientación sanitaria. En el transcurso de 2020, la AECC atendió a más de 23.000 pacientes con cáncer de mama, de las que casi 6.000 precisaron asistencia a través de sus servicios gratuitos de atención social. |LP/DLP

381 Diagnósticos en 2020

El pasado ejercicio anual fueron detectados en Canarias 381 cánceres de mama a través del Programa de Diagnóstico Precoz. En total, fueron realizadas 62.778 mamografías.

520 Detecciones en 2019

En el transcurso de 2019, el programa permitió detectar 520 neoplasias mamarias. Ese año fueron realizadas 93.827 mamografías, 31.049 menos que en 2020.

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