'A pulso', un homenaje inoxidable. La entrada principal al Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín está presidida desde la mañana de este martes por la imponente escultura A pulso, hecha en acero inoxidable por el artista terorense Daniel Pérez como homenaje al impagable esfuerzo realizado por todo el personal sanitario durante la pandemia de la Covid-19. La escultura, donada por la Fundación Mapfre Canarias, es además la primera obra pública que realiza el escultor grancanario en España.
«Es como una línea temporal comienza con un retorcimiento muy exacerbado de lo que sería el primer confinamiento de marzo de 2020, a medida que vamos avanzando la línea temporal vamos como se va extendiendo en el tiempo, es una curva más prolongada relacionada con todos esos meses y años que seguimos trabajando para salir de esto y al final de la obra vemos como se da un impulso, una fuerza de todas las personas que hemos estado luchando para que las cosas vayan un poco mejor», explicó Pérez.
La creación rememora los peores momentos de la pandemia y también los mejores con la llegada de los tratamientos y las vacunas que poco a poco han conseguido que la sociedad vuelva a la normalidad. «Se alza hacia el cielo en recuerdo de los que lucharon y se quedaron en el camino», apuntó.
Además de rememorar los últimos tres años, marcados por la crisis sanitaria, la obra vista desde su parte frontal también representa el latido de un corazón o un electrocardiograma. «Ese a pulso también es un poco esa fuerza de toda la gente, ese latido que nos une y que nos ha ayudado a salir de esta situación», subrayó.
Inauguración
El acto de inauguración de la escultura que dará la bienvenida a los miles de ciudadanos que pasan cada día por el centro hospitalario contó con la presencia, entre otras autoridades, de la Infanta Elena de Borbón. A ella se sumaron el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, el presidente de la Fundación Mapfre Canarias, Ignacio Baeza, el consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, Blas Trujillo, la directora del Servicio Canario de la Salud (SCS), Elizabeth Hernández, y el director gerente del hospital, Pedro Rodríguez, entre otras autoridades.
«Es una obra de extraordinaria belleza», expresó la Infanta que quiso aprovechar la ocasión para elogiar el esfuerzo, el tesón y el trabajo desplegado durante los últimos tres años por todo el personal sanitario del país.
«Han sido años muy duros en los que hemos visto enfermar a muchas personas. La escultura mantendrá vivo el recuerdo de todo lo que hemos pasado y aprendido y de los retos que nos trae el futuro», apostilló.
Reacción modélica
El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, recordó que hace tan solo doce meses las Islas vivían la peor ola de toda la pandemia con más de 3.209 personas ingresadas en planta de hospitalización y 630 en Unidad de Medicina Intensiva (UMI) por culpa de Ómicron. Una situación radicalmente distinta a la que vive el Archipiélago en la actualidad. «La reacción y actitud de todos los agentes sociales de Canarias fue modélica. Lo más importante que tenemos y se ha demostrado es la sanidad pública y universal», expresó.
Torres también quiso mostrar su agradecimiento a todo el personal sanitario que ha estado involucrado en salvar vidas. «Esta obra quedará para siempre. El Servicio Canario de la Salud (SCS) es un orgullo para todos los canarios y el trabajo que realizan es impagable», añadió.
El presidente de la Fundación Mapfre Canarias, destacó la implicación que han desarrollado en las Islas en estos 40 años de presencia y, sobre todo, en el sector sanitario. «Llevamos más de 20 años apoyando a los profesionales del sector sanitario en su trabajo diario; y hoy hemos querido darles nuestro reconocimiento y agradecimiento por su valentía, trabajo y esfuerzo», matizó.
Emotivo recuerdo
Por su parte, el gerente del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, Pedro Rodríguez, centró su intervención en poner en valor el infatigable esfuerzo que ha desarrollado durante estos últimos años todo el personal sanitario, tanto los que combatieron la pandemia en la primera fila como quienes lo hicieron desde la segunda. «Que sea un recuerdo a los pacientes afectados por la Covid-19, a los que hemos curado y a los que hemos cuidado», opinó Rodríguez.
Para Daniel Pérez esta es la primera escultura que realiza en su tierra, un momento especial tras sembrar el mundo con cerca de una quincena de sus obras en países como Canadá, Vietnam, Turquía, Israel o Chile. «Para mí estar aquí en casa es un sueño y más aún en el Hospital Universitario Doctor Negrín de Gran Canaria, el más grande del Archipiélago. Es un lujo como escultor y con 35 años me puedo dar por satisfecho. Ahora a por las siguientes», sentenció.
