Sanidad mantiene el rastreo de los contactos de los pacientes positivos en sarampión

Salud Pública continúa con las tareas de vigilancia tras constatar un brote en Tenerife que afecta a cuatro personas, tres de ellas menores de tres años

Un niño recibe una dosis de la vacuna triple vírica.

Un niño recibe una dosis de la vacuna triple vírica. / LP/DLP

Después de más de dos décadas sin registrar casos de sarampión no importados en el Archipiélago –concretamente, desde 1997–, la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias reportó un brote de la enfermedad el pasado viernes, que afecta a tres menores y a un adulto. Según aclaró este martes la administración sanitaria, el foco se registró en Tenerife. Con el fin de evitar la expansión del virus, la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS) continúa con el rastreo de los contactos de los cuatro pacientes. «De momento no hemos detectado más cuadros positivos, pero seguimos sin bajar la guardia. Aunque el período de incubación dura hasta 12 días, hemos aumentado la franja hasta 21 por precaución», informó Álvaro Torres, jefe de la Unidad de Vigilancia del citado órgano del Ejecutivo autonómico.

Tal y como manifestó la misma fuente, los cuatro pacientes evolucionan de forma favorable. El caso índice corresponde a una niña de dos años y medio, de nacionalidad española y padres extranjeros, que no ha accedido a la vacunación. Otros de los afectados son dos bebés de seis meses que aún no pueden recibir la profilaxis. «Los padres de la primera niña niegan haber viajado al extranjero y haber estado en contacto con personas que hayan estado fuera de las Islas recientemente», comentó Torres.

El otro aquejado es un sanitario menor de 30 años que recibió la pauta vacunal completa en la infancia. «Sabemos que las vacunas confieren inmunidad de por vida, pero en Medicina siempre hay excepciones. Además, la literatura médica asegura que una persona vacunada no transmite el sarampión, pero igualmente se ha mantenido aislado y hemos rastreado a sus contactos», anotó el epidemiólogo, que además garantizó que el joven ha manifestado una sintomatología muy leve. 

Más de 400 personas

Hay que señalar que solo la niña de 30 meses estuvo en contacto con más de 400 personas, pues acudió a centros sanitarios en varias ocasiones hasta conocer el diagnóstico. «Esto implica dar instrucciones a mucha gente para que sepa actuar ante la presencia de cualquier síntoma», destacó Álvaro Torres. Con el fin de conocer la procedencia del patógeno, las muestras de estos pacientes están siendo analizadas en un laboratorio de referencia en Madrid

Ya el pasado diciembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió del importante aumento del número de contagios que se estaba produciendo en Europa. En ese momento, Rumanía había declarado la infección «epidemia nacional». Además, las autoridades europeas han alertado de que las bajas coberturas vacunales que tienen algunas naciones pueden traducirse en un rebrote de la patología en el continente. «Vivimos en un mundo globalizado y vienen personas de todas partes, por lo que es muy importante seguir vacunando a los niños», aseveró el experto.

Atendiendo al último Informe Semanal de Vigilancia Epidemiológica en España del Instituto de Salud Carlos III, entre el 1 de enero y el 19 de mayo de este año se han notificado 109 casos de sarampión en el país, de los cuales ocho permanecen en investigación. Con base en el mismo documento, 16 de los cuadros son importados, 19 tienen relación con los anteriores y 17 son de origen desconocido. No hay evidencias de casos endémicos. 

«Es muy importante seguir vacunando a los niños», insiste el epidemiólogo Álvaro Torres

La comunidad que más contagios ha reportado es Cataluña, que reúne 44. Le sigue la Comunidad Valenciana, con 15; Aragón, con 12; Andalucía, con 10; Castilla-La Mancha, con seis; Castilla y León, con cinco; Canarias, Galicia y Madrid, con cuatro; Navarra, con dos; y Asturias, Baleares y Murcia, con uno. El resto de regiones no han comunicado sospechas.

Las cifras difieren en gran medida de las constatadas en el mismo período del pasado año, pues entre el 2 de enero y el 21 de mayo, España solo había contabilizado 19 cuadros –dos de ellos se encontraban en fase de estudio–. Ahora bien, el pasado enero, la Consejería de Sanidad confirmó a este medio que el Archipiélago cerró 2023 con el contador a cero. De hecho, hubo seis casos sospechosos que finalmente no correspondieron a esta enfermedad.

De acuerdo con el calendario vacunal de la comunidad autónoma de Canarias, la primera inyección de la profilaxis triple vírica frente al sarampión, la rubéola y la parotiditis (SPR) debe administrarse al cumplir el primer año de vida, mientras que a la segunda hay que acceder a los tres años. «Si un niño o un adulto no está correctamente vacunado, es posible solicitar la inyección en los centros de salud. Hay que tener en cuenta que la única forma de evitar estos brotes es a través de la vacunación y que es fundamental recibir las dos dosis», recalcó Álvaro Torres. 

Cabe destacar que el Archipiélago es la séptima región del país con menor tasa de cobertura vacunal con la segunda dosis de este compuesto. Así lo refleja la última actualización de las cifras que maneja el Ministerio de Sanidad, que datan de 2022. En ese momento, la tasa de población diana que había recibido las dos inyecciones se situaba en un 90,32%, un dato que se encuentra por debajo del objetivo del 95% que ha establecido el Ministerio. ¿El principal motivo? La irrupción de la pandemia de coronavirus. Sin embargo, en materia de primeras dosis, las Islas rozan el umbral del 95%.  

El sarampión es una patología muy contagiosa que es provocada por un virus que pertenece a la familia paramyxoviridae. Se transmite a través del aire. La sintomatología inicial se caracteriza por la aparición de rinitis, tos, fiebre y conjuntivitis. «Entre el tercer y cuarto día después del inicio de los síntomas es frecuente que aparezcan ronchas en la cara. Después, se extienden por el tronco y llegan a las extremidades. Finalmente, desaparecen», detalló el especialista de la Dirección General de Salud Pública. 

El cuadro clínico suele prolongarse entre siete y diez días. No obstante, aunque en la mayoría de los casos la enfermedad suele cursar de forma leve o moderada, en ocasiones puede producir encefalitis, meningitis, neumonía, e incluso, la muerte de los afectados. De ahí la importancia de la vacunación. «El hecho de haber pasado la patología una vez, también confiere inmunidad», apuntó Torres.

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