Los casos de ictus crecerán un 30% si no se toman medidas preventivas

El presidente de la Sociedad Española de Neurología asegura que el envejecimiento poblacional y el estilo de vida están detrás de este pronóstico

Un instante de la conferencia impartida la pasada semana por el presidente de la SEN, Jesús Porta-Etessam.

Un instante de la conferencia impartida la pasada semana por el presidente de la SEN, Jesús Porta-Etessam. / LP/DLP

Los casos de ictus se incrementarán en un 35% en 2035 si no se toman medidas preventivas. Así lo puso de manifiesto el presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Jesús Porta-Etessam, en el marco de la conferencia El futuro de la salud del cerebro, que inauguró la pasada semana la I Jornada del Instituto de Neurociencias de Vithas (INV) en Madrid. Ahora bien, ¿cuáles son las causas que están detrás de este pronóstico? Según informó este martes el facultativo, el envejecimiento poblacional y el estilo de vida. «En los últimos años, ha habido muchos avances en Neurología que pueden modificar la evolución de las enfermedades, pero en lo que realmente debemos incidir es en las acciones de prevención», defendió el especialista. 

En el caso del ictus, la apuesta por estas medidas podría contribuir a reducir hasta un 80% la incidencia. Por esta razón, es fundamental cuidar los factores de riesgo cerebrovasculares. Entre estos figuran la hipertensión, la hipercolesterolemia, la diabetes, el sedentarismo, las arritmias, el consumo de tabaco y la ingesta excesiva de alcohol. «Es esencial someterse a controles periódicos, hacer ejercicio físico y evitar el consumo de sustancias nocivas», anotó el presidente de la SEN. 

Otro de los factores importantes que contemplan los últimos estudios es la contaminación ambiental. Y es que el exceso de sustancias tóxicas en el entorno ayuda a producir una ateromatosis precoz –un proceso inflamatorio– en la arteria basilar, las carótidas y las vertebrales. «Esto incrementa las posibilidades de que se cierren estos vasos y de que provoquen un ictus de forma secundaria», alertó el doctor. 

Condición grave

El ictus, también llamado infarto cerebral, es una condición médica grave que se caracteriza por una interrupción o reducción del suministro de sangre hacia una parte del cerebro. Aunque existen varios tipos, los más frecuentes son el ictus isquémico –que se presenta por el bloqueo de una arteria– y el ictus hemorrágico –que es fruto de la ruptura de un vaso sanguíneo–. 

«Cuando es producido por la oclusión de un vaso, hay un momento en el que las neuronas pueden estar vivas aunque no estén funcionando. Esto es lo que llamamos zona de penumbra. De ahí la importancia de activar el Código Ictus, pues podemos restaurar la circulación cerebral en alrededor de un 40 y un 50% de los casos extrayendo el trombo directamente, o bien, administrando una sustancia en vena», detalló el experto. 

Con base en un estudio publicado en marzo por la revista The Lancet Neurology, más del 43% de la población mundial sufre una enfermedad neurológica. Atendiendo a los datos que maneja la SEN, cada año se producen en el país entre 110.000 y 120.000 nuevos casos de ictus, que es la primera causa de fallecimiento en mujeres y la segunda entre la población general. El último registro difundido por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias desveló que en el transcurso de 2022 se produjeron 2.382 ingresos por estos eventos cerebrovasculares en las Islas

Hay que señalar que en el territorio nacional hay más de 360.000 personas con un grado de discapacidad reconocido por estas causas. «En España, tenemos un 1,8% más de casos vinculados a enfermedades neurológicas que el resto de los países de Europa. Esto se debe, probablemente, a que la supervivencia es mayor. No hay que olvidar que la edad es un factor de riesgo de cara al desarrollo de estas patologías», destacó la misma fuente. 

Durante su ponencia, el doctor Porta-Etessam también hizo hincapié en la prevención del alzhéimer, pues las últimas investigaciones han demostrado que las personas que proceden de ambientes socioeconómicos más deprimidos tienen el triple de probabilidades de padecer esta enfermedad. «También hemos observado que es necesario que nos mantengamos cognitivamente activos durante toda la vida y que hagamos ejercicio físico moderado desde pequeños para evitar su aparición», apostilló el neurólogo. 

Al listado de recomendaciones se suma la socialización. En este sentido, el doctor profundizó en la importancia de que las personas mayores se integren en grupos para realizar actividades que las obliguen a estar en contacto con otras. «Con el paso de los años, mucha gente tiende a encerrarse y aislarse. Se ha demostrado que las personas que tienen un proyecto vital tienen mejor pronóstico», aseveró. 

Los golpes en la cabeza son otras circunstancias que incrementan el riesgo de padecer alzhéimer. De ahí la importancia de utilizar siempre el casco a la hora de montar en patinetes eléctricos y bicicletas. «También hay que evitar sufrir traumatismos craneales en deportes como el boxeo o el fútbol, y tener en cuenta todos los factores de riesgo que pueden favorecer el desarrollo de un ictus, ya que influyen directamente en el desarrollo del alzhéimer», concluyó el responsable de la SEN. Según las estimaciones, este decálogo de sugerencias podría ayudar a prevenir entre un 20 y un 30% de los cuadros

Una reunión de expertos

La I Jornada del Instituto de Neurociencias de Vithas (INV) reunió la pasada semana en Madrid a más de un centenar de especialistas, entre los que figuraban neurólogos, neurocirujanos, neurofisiólogos, psiquiatras, psicólogos y fisioterapeutas, para debatir y compartir conocimientos. Los ejes centrales de este evento fueron el impulso a la investigación, el acompañamiento personalizado y humano al paciente y sus familias para mejorar la calidad de vida, el abordaje multidisciplinar y el trabajo en equipo de todos los actores. Según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), las enfermedades neurológicas afectan a más de 7 millones de personas en el país, y lideran los rankings de incidencia, mortalidad y discapacidad. Con base en la misma fuente, una de cada tres personas padece algún tipo de trastorno neurológico. | Y. M. 

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