Juegos y rutas para hermanos e hijos de pacientes con cáncer

La IV edición del Campamento de Verano de la AECC de Las Palmas contempla cuatro días de actividades en el sur de la Isla

De izquierda a derecha, Mapi Arencibia, Claudia Gil, Fernando Fraile, Sara Mateos y Ana Belén Quintana.

De izquierda a derecha, Mapi Arencibia, Claudia Gil, Fernando Fraile, Sara Mateos y Ana Belén Quintana.

Juegos de playa, esnórquel, rutas en kayak y una visita a las atracciones del Holiday World. Estas son solo algunas de las actividades que contempla la IV edición del Campamento de Verano que organiza la Asociación Española Contra el Cáncer en la provincia de Las Palmas, una iniciativa que contará con la participación de 25 menores de entre 10 y 16 años, todos ellos hijos o hermanos de pacientes oncológicos. El desarrollo de esta acción tiene un coste de 15.000 euros, y cuenta con el respaldo de la Fundación Disa, Agua de Firgas y La Fundación Satocan Júngle Sanjuán. «Desde que pusimos en marcha este proyecto, ha tenido mucho éxito y la propia Asociación Española Contra el Cáncer en otras provincias ha copiado esta idea», manifestó este viernes el presidente de la institución en Las Palmas, Fernando Fraile, en el marco de la presentación del evento. 

Tal y como informó Fraile, entre los inscritos figuran cinco residentes en la provincia de Santa Cruz de Tenerife y una veintena en Las Palmas. En esta ocasión, el grupo se alojará en el Hotel Greenfield, situado en Playa del Inglés. Allí permanecerá desde el próximo lunes hasta el viernes, 28 de junio, acompañado de una trabajadora social, una psicóloga, cuatro voluntarios y tres monitores. «Los niños van a poder disfrutar de todas las ventajas que supone el hecho de estar en un hotel, sin ningún tipo de coste para las familias. La experiencia de las anteriores ediciones ha sido muy positiva y algunos de los participantes han querido repetir este año», señaló. 

El amplio abanico de actividades contempla además la práctica de tenis, baloncesto, pádel surf y una excursión al parque de Angry Birds. Al listado se suma la celebración de talleres y sesiones centrados en trabajar el desarrollo emocional para que los menores aprendan a reconocer sus sentimientos, potencien sus habilidades comunicativas y sepan gestionar su situación personal. «Queremos que disfruten de unas merecidas vacaciones y que compartan tiempo con otros niños que se encuentran en la misma situación, fuera de su entorno habitual. Esta enfermedad rompe las costumbres y las agendas de las familias», remarcó el presidente. 

Objetivo

Y es que el principal objetivo de esta iniciativa es proporcionar un espacio de desconexión y de ocio a estos menores, pues como familiares de pacientes oncológicos, también sufren los efectos de la patología. «Siempre tendemos a poner a los pacientes en el centro de atención, pero nos hemos dado cuenta de que a estos niños les afecta la situación que se vive en sus hogares», valoró Fernando Faile. 

Claudia Gil es una de las voluntarias que acompañará al grupo en esta nueva aventura. Según afirmó esta joven de 19 años, ya el pasado año tuvo la oportunidad de disfrutar de estar presente en el campamento que se celebró en el Club La Santa – en Lanzarote–, donde vivió una experiencia muy enriquecedora. «Al principio estaba un poco asustada, pero los niños fueron muy agradecidos y pude ver el impacto que tiene el voluntariado en ellos. Sin duda, estas tareas me hacen crecer personalmente», confesó. Ahora, espera que las nuevas vivencias sean igual de gratificantes que las anteriores. 

La presentación de la IV edición del campamento, también contó con la presencia de la directora de la Fundación Disa, Sara Mateos, quien expresó su entusiasmo por la puesta en marcha de esta iniciativa. «Cuando el diagnóstico del cáncer entra en una casa, no entra solo, sino que va acompañado de muchas cuestiones paralelas que afectan a todos. En la Fundación Disa estamos vinculados a la investigación del cáncer y a la humanización del entorno hospitalario, por lo que nos encanta estar cerca de las personas», subrayó. 

Por su parte, la directora de la Fundación Satocan Júngle Sanjuán, Mapi Arencibia, manifestó su orgullo por haber podido contribuir al desarrollo de la acción. «Hemos colaborado en este proyecto tan bonito desde el primer año. Los niños que son familiares de personas con cáncer también se merecen contar con un espacio que les permita desconectar en verano, aunque solo sea por unos días», defendió. 

Unas palabras que secundó Ana Belén Quintana, directora de Agua de Firgas, que además quiso poner en valor el buen trabajo que realiza la Asociación Española Contra el Cáncer. «Estamos ilusionados porque vemos que detrás de todo esto hay una gran profesionalidad y un buen trabajo por parte de la asociación. Agua de Firgas ayuda en muchas obras sociales, por lo que para nosotros es una obligación estar aquí y colaborar», apostilló Quintana. 

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