Misión científica

Un satélite diseñado por alumnos de la Universidad Politécnica de Cataluña, a bordo del Ariane 6: "Ayudará a estudiar el impacto del cambio climático"

El 3Cat-4 es fruto del trabajo coral de un centenar de estudiantes de carrera, máster y doctorado durante más de siete años

Un equipo de estudiantes de la UPC señalan el satélite 3Cat-4 durante las tareas de ensamblaje.

Un equipo de estudiantes de la UPC señalan el satélite 3Cat-4 durante las tareas de ensamblaje.

Valentina Raffio

Un pequeño pero poderoso nanosatélite diseñado por un centenar de estudiantes de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) está a punto de alzar el vuelo a bordo del gran cohete europeo Ariane 6. Se trata de un hito histórico por muchas razones. En primer lugar, porque el satélite catalán será uno de los protagonistas del vuelo inaugural de un cohete que promete revolucionar la industria espacial europea. Y en segundo lugar, porque la misión en sí es el resultado del trabajo coral de casi un centenar de estudiantes de carrera, máster y doctorado durante más de siete años. "El éxito de este proyecto es un éxito compartido", explica, orgulloso, Luis Contreras, ingeniero de sistemas, líder de la misión y uno de los pocos invitados a asistir a este histórico lanzamiento desde la base espacial europea de Kourou en la Guayana Francesa.

El instrumento ha sido bautizado con el nombre de 3Cat-4. Se trata de una creación del laboratorio NanoSatLab y que se ha desarrollado en el marco del prestigioso programa 'Fly Your Satellite' de la Agencia Espacial Europea (ESA). En total, se ha necesitado casi una década de minucioso trabajo para idear, fabricar y poner a punto todas y cada uno de los componentes de este sofisticado aparato científico que podría caber en la palma de una mano.

"Es un cubo de unos 10 centímetros de lado que ha sido diseñado para realizar varios experimentos científicos y aportar información clave para monitorizar el impacto del cambio climático en la superficie terrestre, los océanos y las zonas polares del planeta", añade Júlia Alós, 'ground station manager' de la misión y la segunda afortunada que podrá asistir en directo al despegue de este martes.

"Es un cubo de unos 10 centímetros de lado que ha sido diseñado para realizar varios experimentos científicos", Júlia Alós, miembro de la misión

Si todo va según lo previsto, el nanosatélite despegará este martes entre las 20.00 y las 23.00 (hora peninsular española) a bordo del Ariane 6. El vuelo inaugural de este nuevo gran cohete europeo, el más potente construido hasta la fecha, ha sido ideado como una prueba técnica para testar todos los componentes del vehículo así como las diferentes maniobras necesarias para despegar de forma segura, viajar rumbo al espacio y poner en órbita instrumentos científicos de todo tipo. Según explican los responsables de la misión, durante este primer recorrido está previsto ejecutar dos experimentos científicos a bordo y lanzar un total de ocho pequeños satélites espaciales de las cuales, además del catalán, también habrá uno gallego.

Ariane 6

Ariane 6 / Redacción

Tres experimentos

La misión del nanosatélite catalán será ejecutar un total de tres experimentos en órbita. Todo ello, a partir de los datos obtenidos con un solo instrumento científico. El primer experimento será de radiometría y estará enfocado a medir la temperatura de la Tierra y de los océanos, así como otras cuestiones como la humedad del suelo o la salinidad del mar. El segundo será de reflectometría y, esencialmente, se centrará en estudiar las señales de navegación GPS para estudiar cuestiones como la topografía del mar y de las olas y el espesor del hielo polar. El tercer experimento será un receptor para monitorizar el tráfico marítimo de barcos mercantes y analizar las rutas más transitadas. "Los datos recopilados por esta misión serán clave para estudiar el impacto del cambio climático en distintos puntos del planeta", comenta Contreras.

"Los datos recopilados por esta misión serán clave para estudiar el impacto del cambio climático en distintos puntos del planeta" Luis Contreras, líder de la misión

Según explican los responsables de este proyecto, liderado por el profesor Adriano Camps, en los últimos siete años ha habido más de un centenar de estudiantes de grado, máster y doctorado que han contribuido al desarrollo de todos los componentes de este instrumento científico. Alós, por ejemplo, ha sido una de las encargadas del control de operaciones del satélite (el equivalente al cerebro del aparato) así como de las conexiones de este instrumento con las antenas y los centros de control terrestres. Contreras, por su parte, empezó haciendo pruebas estructurales para comprobar, por ejemplo, el satélite podría sobrevivir al despegue del cohete y posteriormente asumió el liderazgo de toda la misión.

Una vez el satélite catalán esté en órbita, todo apunta a que permanecerá un mínimo de dos años dando vueltas a unos 580 kilómetros de altura respecto a la superficie de la Tierra. En Cataluña, el observatorio astronómico del Montsec, en los Pirineos de Lleida, será uno de los centros dedicados a monitorizar el recorrido y funcionamiento de este satélite. Según explica Contreras, de ahora en adelante habrá entre tres y cuatro personas dedicadas a las tareas de control del satélite y varias más enfocadas al estudio de los datos obtenidos. "Quién sabe la cantidad de trabajos, estudios y hasta tesis doctorales que saldrán de aquí", explica, entusiasmado, el líder de esta pequeña pero ambiciosa misión espacial. 

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