Esbozos de los días en un hospital

Una paciente canaria afectada por un cáncer de médula describe su experiencia con la patología en un libro compuesto por 40 ilustraciones y microrrelatos

Evelyn Moreno muestra su libro 'Robots de hospital'.

Evelyn Moreno muestra su libro 'Robots de hospital'. / LP/DLP

Un lápiz, un cuaderno de dibujo y, sobre todo, mucha imaginación. Estas fueron las semillas que terminaron germinando en el libro Robots de hospital, una iniciativa cultivada por Evelina Moreno para evadirse de sus problemas de salud y conceder un papel protagonista a sus emociones. Y es que esta mujer de 40 años, que reside en Santa Cruz de Tenerife, fue diagnosticada de un síndrome mielodisplásico en 2022 –un tipo de cáncer de la médula ósea–, lo que la llevó a permanecer ingresada en varias ocasiones en los hospitales universitarios Nuestra Señora de Candelaria y el Doctor Negrín, donde se sometió a un trasplante en abril del pasado año

«Soy ilustradora, y empecé dibujando con un lápiz muchas caras. Después, me atreví a utilizar un bolígrafo para hacer robots y formas geométricas. Un día, la doctora Melissa Torres –del Doctor Negrín– vio su nombre en una de las ilustraciones y me propuso hacer un libro, lo que me impulsó a ponerme manos a la obra», cuenta la paciente. Así, bajo la rúbrica de Evessar, nació este título, que está compuesto por 40 relatos cortos acompañados de las imágenes de unos robots, algunos rostros y personajes fantásticos que han sido testigos de un importante capítulo de la vida de la protagonista. 

Muchos de los relatos están escritos en primera persona. Otros, en cambio, se meten en los circuitos de los seres cibernéticos para conjugar la fantasía con la realidad en una misma obra. «Me he atrevido a autoeditar este libro y lo estoy encuadernando a mano. Es cierto que da esperanza y que he pretendido transmitir un mensaje positivo en todo momento, pero no he dejado de mostrar la realidad de un proceso duro», confiesa Evelyn – como la conocen en su entorno–, que además declara su pasión por Star Wars y las manualidades. 

Inicios

«En realidad, ella ya me había enseñado algunas de sus ilustraciones cuando venía a consulta y, la verdad, es que me parecían increíbles. Por eso, le propuse empezar este proyecto y que cada dibujo estuviera acompañado de una experiencia», afirma la doctora Torres, hematóloga de la unidad de Trasplantes del Hospital Doctor Negrín.

La historia que esboza la autora se remonta a septiembre de 2022. «Me encontraba decaída, muy deprimida y apagada. Lo primero que pensé es que tendría los niveles de hierro muy bajos», cuenta la paciente. Para salir de dudas, solicitó un análisis de sangre y fue citada una mañana en su centro de salud. Solo unas horas después, recibió una llamada de la hematóloga que se encontraba de guardia en el hospital de la Candelaria. «Recuerdo que era viernes y que estaba almorzando. La especialista me comunicó que tenía la hemoglobina y las plaquetas muy bajas, por lo que me pidió que volviera al hospital para hacerme más pruebas», relata. 

Ese mismo viernes, le practicaron unos análisis más específicos que permitieron detectar la presencia de «unas células mutantes indiferenciadas». Tres días después, se sometió a un aspirado de médula ósea, un procedimiento por el cual se extrae una pequeña muestra de la parte líquida de este tejido. El resultado concluyó que Evelyn sufría un síndrome mielodisplásico de alto riesgo. «Lo cierto es que no me lo esperaba. Además, me dijeron que la única alternativa que tenía era recurrir a un trasplante alogénico de médula –aquel que procede de un donante–», manifiesta la afectada. A partir de ese momento, comenzó a recibir un tratamiento en el Hospital de Día del mismo centro para ayudarla a generar hemoglobina. 

La terapia duró unos meses. Mientras tanto, Evelyn permanecía a la espera de poder someterse al trasplante, con un cuaderno de dibujos en el que comenzó a trazar sus primeros bocetos. «Estaban buscando candidatos en el banco de donantes y también les hicieron pruebas a mis familiares directos: mis padres y mi hermano», comenta. 

Precisamente, fue su hermano el que mostró un grado de compatibilidad del 50%, pero los profesionales decidieron conceder más margen para tratar de encontrar a una persona con un porcentaje mayor. Finalmente, en febrero de 2023, en una de sus visitas al hospital, recibió la noticia que tanto ansiaba. Por fin, había aparecido un donante 100% compatible. Ahora bien, para llevar a cabo el procedimiento, debía trasladarse al Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, pues es el centro de referencia en la comunidad autónoma en la realización de trasplante alogénico, una práctica que consiste en transferir células madre del donante al receptor. 

«Desde la Candelaria, me pusieron en contacto con la Fundación Canaria Alejandro Da Silva. Gracias a ellos, mi familia se pudo alojar en una casa de esta institución mientras yo estaba en el hospital», apunta la paciente. 

La mujer se sometió a un trasplante de médula y sufrió la enfermedad injerto contra huésped

La mujer ingresó en una cámara de aislamiento el 28 de marzo en el citado complejo de la capital grancanaria, con un bloc cada vez más repleto de dibujos. Por suerte, el 5 de abril se sometió al trasplante. «Tuve que recibir quimioterapia unos días antes del proceso y después de finalizarlo. Además, me hicieron transfusiones de sangre y de plaquetas», informa. 

Cuando su nivel de defensas se estabilizó, recibió el alta. Era el mes de mayo, pero no pudo regresar a Tenerife hasta junio. «Cada cuatro días, tenía que acudir a revisiones. Por eso, era mejor estar cerca del hospital», aclara Evelyn Moreno. 

Pero este capítulo no se cerró al volver a su hogar. De hecho, la paciente sufrió la enfermedad injerto contra huésped (EICH), una complicación frecuente tras recibir un trasplante de médula, que puede llegar a ser mortal. «Era agosto. Me encontraba muy mal y tuve que ir varias veces a Urgencias. Tanto fue así, que terminé ingresando en la Candelaria», recuerda. 

Complicaciones

La patología le afectó al hígado y a los pulmones, si bien la afección en el primer órgano se pudo controlar sin dificultades. No obstante, Evelyn había desarrollado una pulmonía. «Estuve ingresada unas dos semanas y, solo cuatro días después de recibir el alta, tuve que regresar a Urgencias». 

Después de practicarle una broncoscopia, los médicos detectaron la presencia de una bacteria muy extraña, lo que la llevó a ingresar de nuevo. «Empezaron a darme un antibiótico inhalado. Lo pasé muy mal, pero cuando empecé a tolerarlo mejor pude salir del hospital y administrarme yo misma los aerosoles en casa», asegura la ilustradora. 

La terapia se prolongó hasta noviembre y continuó asistiendo a sus consultas periódicas en el Doctor Negrín. Como el malestar persistía, su hematóloga le pautó otro tratamiento. Desgraciadamente, tuvo que asistir de nuevo al servicio de Urgencias del Hospital Nuestra Señora de Candelaria, donde decidieron trasladarla en helicóptero hasta el Negrín. Allí, los profesionales le practicaron otra broncoscopia y detectaron una nueva bacteria. «Me pautaron un tratamiento específico para el EICH y, nada más empezar, empecé a sentirme mejor. Permanecí ingresada una semana y, cuando me dieron el alta, estuve cuatro días en la casa de la Fundación Alejandro Da Silva». 

El 30 de noviembre, coincidiendo con el día de su cumpleaños, regresó a Tenerife. En la actualidad, continúa tomando corticoides y otros medicamentos para tratar el EICH. Además, debe acudir a revisiones una vez al mes en el Doctor Negrín y acceder a diferentes vacunas de refuerzo. 

«Ha sido un viaje tortuoso, pero durante todo este tiempo, he podido desahogarme de alguna forma a través del dibujo. Ahora, vivo el día a día y procuro no pensar mucho en lo que puede suceder mañana», desvela la paciente, que aspira a trabajar como autónoma para dar rienda suelta a su creatividad.

Un viaje por las vivencias y las emociones

Un total de 40 ilustraciones y microrrelatos que narran las experiencias de una paciente con el cáncer. Así se presenta Robots de hospital, una obra de Evelyn Moreno –Evessar–, que muestra la realidad a la que se enfrentan muchos de los afectados. «He tratado de hacer un resumen de este viaje para plasmar muchas de mis vivencias en los relatos y transmitir mis emociones», cuenta la autora. Cuídala , Más oxígeno, Morfina o Melissa son solo algunos de los textos que están presentes en este título, en el que las narraciones se encuentran agrupadas en tres etapas: El Hospital de Día, El renacimiento y El postrasplante. «En El renacimiento utilizo la metáfora del ave fénix, que resurge de sus cenizas. Y es que en mi caso tengo un cumpleaños como todo el mundo, pero el 5 de abril de 2023, el día que me hicieron el trasplante, volví a nacer», asevera la mujer. Para la doctora Melissa Torres, hematóloga de la Unidad de Trasplantes del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, es un honor contar con un relato que lleve su nombre. «Para mí fue una sorpresa, al igual que cuando me enteré de que finalmente había escrito e ilustrado el libro. Sin duda es algo muy gratificante, ya que para nosotros es muy importante conectar con los pacientes», afirma la facultativa, que no duda en resaltar las grandes cualidades de la autora. «Evelyn es una artista. Además, tiene una esencia muy especial que nos invita a ser cercanos. Estoy segura de que publicará otros proyectos y de que conseguirá todo lo que se proponga», concluye la especialista. | Y.M.

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