«Casi me matan a golpes»: el duro testimonio de la víctima del brutal ataque con palos en Canarias

Brindar un simple consejo a tres hombres estuvo a punto de costarle la vida a Abdelaziz, un ciudadano de origen marroquí que lleva más de tres décadas en Tenerife y que es mediador intercultural. «Fui a aconsejarles que bajaran la voz y casi me matan a golpes», relata este hombre, que se muestra sorprendido por la actual falta de respeto y valores de algunos de sus compatriotas recién llegados a Canarias, así como por su nivel de violencia y «salvajismo».

Tres individuos magrebíes lo atacaron con botellas de cristal, palos, puñetazos y patadas durante la madrugada del pasado 25 de mayo en la plaza de Los Sabandeños, en la zona de Tomé Cano, en Santa Cruz de Tenerife.

Este afectado por la violencia callejera considera que su propia comunidad cultural y religiosa debe hablar sobre este asunto y hacer algo ante esas actitudes de algunos jóvenes y adultos magrebíes, «pues eso también nos afecta a nosotros». «Unos pocos malos influyen sobre la gente buena», comenta.

Abdelaziz trabajó de vigilante de seguridad y es presidente de la Asociación hispano-marroquí Caballo de la Paz. Además, ha participado en proyectos del Observatorio de la Inmigración de Tenerife (Obiten), así como en diversas iniciativas para dar a conocer la cultura marroquí en las islas.

En el momento de los hechos, hablaba con un conocido en la zona de las mesas de ajedrez de Tomé Cano. Ambos oyeron gritos e insultos en árabe de tres individuos, «como si estuvieran peleando o discutiendo entre ellos». Y una vecina se asomó a la ventana para pedirles que, por favor, bajaran la voz o se vería obligada a llamar a la Policía para que se respetara la tranquilidad de la zona.

Atacan sin piedad con palos a un hombre: los tres agresores acaban detenidos

Pero, los tres alborotadores, de entre 30 y 36 años, no le hicieron caso y se dedicaron a insultarla «con muy malas palabras», según Abdelaziz.

En su condición de persona de más edad, que habla el idioma de los exaltados, pensó que era una buena idea decirles que bajaran la voz y que, además, como era mayor que ellos, lo iban a respetar, como había ocurrido hasta ahora con personas de su cultura de origen, incluso en centros de medidas judiciales. Al llegar a donde se hallaban los tres individuos, los saludó y les sugirió que no se metieran en problemas y que bajaran la voz, pues estaban en una zona tranquila y, si intervenía la Policía, les iban a llevar a la Comisaría para identificarlos y les harían perder la noche. Además, les explicó que era marroquí, «como sus padres».

A partir de ese momento, lo insultaron y la víctima se percató de que su actitud era muy agresiva. Tras darse la vuelta le dieron dos patadas en las piernas para intentar que cayera al suelo. Le dio tiempo de llamar al 1-1-2 para pedir ayuda. Pero, sin terminar de dar la alerta, el más alto le quitó su móvil y lo lanzó contra el suelo. Después le lanzaron un botellín de cerveza que se rompió contra su cabeza.

Entre otras cosas, sufrió la fractura de un dedo de la mano al tratar de defenderse y también le partieron un palo en la cabeza, por lo que tuvieron que darle 14 puntos de sutura. Llegó a pensar que no iba a salir vivo de allí, pues estaba sólo. En un momento dado, logró agarrar por el cuello a uno de sus atacantes y se protegió el rostro. Al llegar dos viandantes y escuchar las sirenas de la Policía se animó.

Pero, al tratar de levantarse, uno de los agresores le pegó un puñetazo, lo tiró al suelo y, una vez allí, el individuo le pegó dos patadas en la cara.

Comunicado de la Federación Islámica

La Federación Islámica de Canarias (FIDC) emitió un comunicado en el que expresó su más absoluta condena y repulsa hacia «la agresión sufrida por nuestro compañero, el señor Abdelaziz Mnaouer Mouqued, presidente de la comunidad y miembro de FIDC, así como del centro islámico de Tenerife Mezquita Almonawar. En el escrito de dicha Federación se recuerda que los hechos ocurrieron durante la madrugada del pasado 25 de mayo en la plaza de Los Sabandeños, «donde el señor Mnaouer fue atacado vilmente por tres individuos que le ocasionaron diversas heridas de gravedad». Afirman que desde la Federación Islámica de Canarias «condenamos enérgicamente todo acto de naturaleza violenta y cualquier representación de odio que se produzca en nuestra sociedad, reiterando nuestro compromiso por una sociedad de tolerancia plena y respeto al prójimo».