'La Rue', el grupo de WhatsApp de una banda juvenil creado para delinquir y asaltar a turistas en Fuerteventura

La Guardia Civil detiene a cinco participantes del chat, mayores de edad, por diez delitos de robo con violencia, ocho de lesiones, estafa continuada, hurto y daños

Uno de los detenidos, miembro de 'La Rue', custodiado por agentes de la Guardia Civil

Uno de los detenidos, miembro de 'La Rue', custodiado por agentes de la Guardia Civil

Nueve amigos, de entre 16 y 19 años, residentes en Fuerteventura, crearon hace unos meses el grupo de WhatsApp ‘La Rue’. Al contrario de lo habitual, el chat no lo usaban para comentar el día a día, sino que fue constituido expresamente para delinquir. ‘La Rue’ se convirtió en el canal de comunicación en el que esta decena de amigos organizaban quedadas para asaltar, de manera violenta, a turistas. Siempre a turistas –algunos de ellos mayores– ya que creían que regresarían a su país y no los denunciarían. Pero se equivocaron. Cinco de ellos han sido detenidos; los otros cuatro están identificados por diez delitos de robo con violencia, ocho de lesiones, dos de estafa continuada, un hurto y un delito de daños. 

La investigación desarrollada por la Guardia Civil en la zona turística de Caleta de Fuste, en Fuerteventura, comenzó en marzo. Los agentes empezaron a recibir –casi día sí y día también– denuncias y quejas sobre el aumento de robos en el enclave, lo que generó gran sensación de inseguridad entre los comerciantes y operadores turísticos de la localidad.

Para erradicarlo, se organizaron reuniones con los turoperadores, la Dirección Insular, representantes del Ayuntamiento de Antigua, Guardia Civil y la Policía Local. El objetivo no era otro que poner coto a los actos violentos y, con este objetivo, se establecieron diferentes operativos coordinados por la Guardia Civil del puesto de Puerto del Rosario, con el apoyo de la Policía Local y con refuerzos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de la Comandancia de Las Palmas.

El operativo comenzó con el visionado de varias cámaras de vigilancia ubicadas en diferentes calles de Caleta de Fuste y Puerto del Rosario. Con las imágenes trataban de localizar a los ladrones y ver las rutas e itinerarios que seguían, así como conocer su ‘modus operandi’ para poder pillarlos. Y lo hicieron.

Recabadas las pesquisas, los agentes observaron que siempre actuaban de la misma manera y empleaban el mismo método para robar: el del tirón. Valiéndose casi siempre de patinetes eléctricos (lo que les facilitaba desplazamientos más rápidos), los rateros se acercaban a las víctimas y les tiraban de las pertenencias: móviles, carteras, bolsos... En varios casos lesionaron a los afectados; de hecho, a consecuencia de uno de los robos perpetrados por el grupo, una mujer tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.

Pagos con las tarjetas

Los miembros de ‘La Rue’ se aseguraban de que todas las víctimas fuesen turistas. Creían que de esta forma no irían a presentar denuncia, sino que terminarían sus vacaciones y ellos podrían continuar con sus fechorías sin ser descubiertos.

Tras huir a bordo de los patinetes de los lugares en los que robaban, realizaban pagos con tarjetas bancarias de las víctimas en diferentes comercios de la isla.

Los agentes identificaron, gracias al rastro que dejaron en las cámaras de seguridad y en los locales en los que compraron, a los autores. Y esto los llevó hasta ‘La Rue’, un grupo de WhatsApp creado únicamente con el objetivo de delinquir en el que estaban los nueve miembros de la pandilla. En él organizaban las quedadas para robar y luego comentaban estas hazañas.

Lista de delitos y uno en prisión

Entre el 21 de mayo y el 12 de junio, la Guardia Civil puso en marcha diversos dispositivos para la localización, logrando la detención de los cinco mayores de edad. Están acusados de diez delitos de robo con violencia, ocho delitos de lesiones, dos delitos de estafa continuada, un delito de hurto y un delito de daños. Uno de ellos ha ingresado en prisión, mientras los otros están en libertad provisional a la espera de juicio.

Gracias a las quejas de las empresas hoteleras y turísticas que llevaron a los agentes a potenciar la vigilancia se desmanteló un punto de venta de cocaína ubicado en Caleta de Fuste.