La situación extraña de Viti

Víctor Álvarez Rozada, apodado Viti futbolísticamente, vive una situación cuanto menos extraña. Resulta que el de Pola de Laviana, localidad de alrededor de 10.000 habitantes ubicada a unos 40 kilómetros de Oviedo, hacia el interior, lucha por subir a Primera con el equipo de su vida y donde se formó como jugador mientras, por otro lado, tiene un acuerdo cerrado desde hace meses con la UD Las Palmas para convertirse en nuevo jugador del club amarillo. Un dicotomía que seguramente habrá pasado por la cabeza del jugador.

En algún momento de su vida, el extremo reconvertido en lateral, que cumplirá 27 años el próximo mes de septiembre, se habrá imaginado defendiendo los colores del Real Oviedo en la máxima categoría. El ascenso lo tiene muy cerca, o al menos más de lo que lo había tenido hasta ahora. Esta noche participará en el choque que enfrentará a su equipo con el Eibar en Ipurua en la vuelta de las semifinales del playoff, que deberá ganar bien en los 90 minutos o bien al final de una hipotética prórroga para acceder a la final. Le quedarían entonces por delante dos partidos para tocar la gloria, dos encuentros que podrían ser, además, frente al Sporting de Gijón, el eterno rival.

Sin embargo, Viti lucirá en Primera la casaca amarilla, y lo hará porque desde hace muchos meses firmó un contrato con la UD Las Palmas, que estuvo rápida para convencerle de que debía recalar en el que entonces era –junto con el Girona– el equipo de moda y no renovar con el club ovetense, que no recibirá un euro por un futbolista al que formó desde niño.

Pájaro en mano

Porque el jugador termina contrato el próximo 30 de junio, por lo que llegará libre y, seguramente, tendrá un buen contrato con la UD, el menos superior al que tendría en Segunda División. El asturiano, de alguna manera, prefirió asegurarse dar el salto a la máxima categoría aunque haya sido por la cantidad mínima que debe cobrar un jugador de Primera que arriesgarse a que su equipo no subiera, algo que parecía factible en aquel momento del campeonato.

Sin embargo, la gran reacción del Real Oviedo desde que Luis Carrión, que se había quedado sin equipo tras terminar su vínculo con el Cartagena, llegó al banquillo en la séptima jornada, le llevó finalmente a luchar por el ascenso en la promoción. Antes, con Álvaro Cervera, los carbayones habían empatado tres partidos y perdido otros tres, resultados que tenían al equipo en puestos de descenso. Ya con el barcelonés, el balance fue de 17 triunfos, 10 igualadas y nueve caídas, además del 1-1 ante el Eibar el pasado sábado en el Tartiere.

Viti fue un hombre importante para los dos entrenadores. Curiosamente, fue con Cervera con quien explotó como jugador. De él, dijo en abril del año pasado: «Desde que llegó ha sabido exprimirme». Entre otras cosas, lo que valoraba el técnico era la capacidad del de Pola de Laviana, un extremo de toda la vida, para sacrificarse en tareas defensivas. Tan desarrollada la tenía que desde hace tiempo actúa como lateral derecho, con mucha libertad para subir.

Un fijo

El canterano asturiano ha sido titular en todos los partidos de este curso menos en cuatro, y sólo se perdió uno, por lesión. Aunque aún no ha visto portería, cosa que sí hizo en las dos temporadas anteriores, con dos tantos en cada una de ellas, sí ha dado cinco asistencias producto de sus continuas llegadas al ataque y su poderío pulmonar.

Esas son las virtudes que la dirección deportiva de la UD considera que pueden ayudar al equipo amarillo a ser mejor. En principio, está considerado como el lateral derecho titular. Además, puede actuar como extremo. Si el Oviedo cae esta noche, vendrá de la mano de Luis Carrión; si no, podría verse en la situación de marcharse del club se su vida justo cuando este ascendió a Primera.

Suscríbete para seguir leyendo