Álvaro Lemos, el último de la lista de Toni Otero, hará la pretemporada

El lateral entiende que su situación es complicada con el fichaje de Viti y la competencia de Álex Suárez y Marvin, pero el club no le ha dicho nada

Álvaro Lemos, durante el reconocimiento médico realizado ayer en el Hospital Perpetuo Socorro.

Álvaro Lemos, durante el reconocimiento médico realizado ayer en el Hospital Perpetuo Socorro. / UDLP

David Rodríguez

David Rodríguez

Álvaro Lemos es el último superiviente en la Unión Deportiva de la lista de fichajes que acometió Toni Otero durante el verano de la temporada 2018-19, la primera del equipo amarillo en Segunda División tras haber consumado el descenso en la anterior y dejar atrás una etapa de tres campañas en la máxima categoría. Ahora, seis años después, la situación del lateral gallego es complicada para continuar en las filas insulares a pesar de que le reste una temporada de contrato. Aun así, comenzará la pretemporada con la plantilla hasta nuevo aviso y ayer ya pasó el reconocimiento médico.

El propio jugador entiende que su estatus en la caseta ha cambiado con el paso de los años. De ser el lateral diestro por el que se pagó una alta cantidad salarial en ese proyecto en el que las prisas por intentar regresar a Primera condenaron al equipo amarillo, al Lemos actual, que apenas disputó cuatro partidos ligueros en la pasada temporada.

Cierto es que la pérdida de estatus del gallego se concretó en la anterior campaña con García Pimienta en el banquillo y que ahora con Luis Carrión al frente de la dirección del equipo, los jugadores entienden que pueden convencer a los nuevos entrenadores.

Aun así, esta misma lectura juega en contra de los intereses personales de Álvaro, pues de la mano de Luis Carrión llega un lateral diestro que conoce a la perfección como Viti Rozada, pues fue el hombre que reconvirtió desde la posición de extremo en la pasada temporada en el Real Oviedo.

Con la llegada del velocista de Pola de Laviana, el plantel que manejará Carrió de cara a la próxima campaña cuenta con dos jugadores más que pueden desempeñarse como lateral diestro.

El primero, Álex Suárez, que no hay que olvidar que fue el jugador del que más tiró García Pimienta la pasada campaña para que ocupara el puesto, dado que Julián Araujo tuvo dos tramos prolongados de indisponibilidad durante el campeonato.

Comenzaron los problemas al tener que asumir cuatro partidos de suspensión que le atribuyeron por el cabezazo que propinó al lateral del Tenerife, Nacho durante el partido de la tercera ronda de la Copa del Rey; y el segundo, después de que sufriera una lesión muscular en el bíceps femoral derecho que le dejó otros cuatro duelos KO –sin contar los dos choques que no pudo jugar contra el Barça por la cláusula del miedo al tenerle cedido–.

Polivalencia en el carril

Sin Araujo en el equipo al regresar a Barcelona tras su préstamo, este año el perfil de Marvin Park está pensando para que se desempeñe como lateral. Una posición que tampoco es que desconozca, pues en las dos anteriores temporadas en las que ha estado en Las Palmas también la ha ejercido aunque García Pimienta le considerara más un extremo diestro.

Confía el área deportiva de la Unión Deportiva en que Marvin termine de explotar este curso, por lo que así se entiende que haya desembolsado 2 millones de euros al Real Madrid por el 50% de los derechos federativos que le restaban por poseer y firmarle un contrato hasta 2028 –el que más junto a Kirian Rodríguez–.

Con este panorama de competencia se encuentra un Álvaro Lemos al que le resta un año más de contrato con el club. Hasta 2025 firmó el gallego después de que negociara una nueva reformulación de su vínculo profesional con Las Palmas durante el verano de 2022 para escribir unos nuevos términos económicos y prolongarlo una campaña más de la que tenía entonces.

Cabe resaltar que Lemos siempre ha sido un jugador que ha arrimado el hombro para colaborar con las urgencias económicas del club y las exigencias del tope salarial que no cumplía en ese mismo verano del 2022.

Ahí, el gallego acordó dividirse la suma del total de los dos años que le restaban de contrato para repartirlo en tres a cambio de rebajar la cantidad percibida por cada temporada. Es decir, menos salario cada año, pero más en el sumatorio por alargalo hasta 2025.

Así, tampoco es que Lemos vaya ahora a poner una alfombra roja para su liquidación, por lo que el club tiene que llegar a un acuerdo para que encuentre una salida que satisfaga a las dos partes.

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