Cuando sueñan con un futuro mejor., ese por el que están dispuestos a arriesgar su vida, muchos miran a España. Parecía que la tendencia era a la baja, pero desde el pasado verano, se produce un cambio radical. Y España cierra el año con un aumento del 76% con respecto a 2022 en las llegadas irregulares. Se coloca, así como el segundo país de la UE con más inmigración ilegal. Ya por delante de Grecia, solo superado por Italia. El punto más caliente está en Canarias, que recibe más del 70% de los inmigrantes de todo el país. Y marca el 2023 como el peor año de su historia, superando incluso las cifras de la crisis de los cayucos en 2006. Muchos de ellos son niños y no dan abasto, dice el presidente de Canarias. Que mira hacia el gobierno central en busca de una mano ,que les tiende la ministra de migraciones. Las comunidades autónomas tendrán que colaborar. El reparto de los menores asegura, debe tener carácter obligatorio.