El ingeniero honesto. Un compromiso extremo siempre con el viento en contra. El retrato del anti-galáctico. Eric Curbelo hace las maletas y deja la UD Las Palmas hoy 30 de junio bajo el silencio por bandera. Perfil bajo, siempre bajo el cobijo del escudo. Lució el brazalete y alcanza los 159 partidos de amarillo con el ascenso del 27-M como fotograma del éxtasis -en el curso del vuelo del séptimo ascenso a Primera de la UD contabilizó 34 duelos con un gol y una asistencia-.

Seis temporadas en el régimen pío pío y el dolor de sentirse incomprendido. Señalado por García Pimienta en esta última campaña 23-24, agotó el último tramo de su carrera entre el banquillo y la grada. Marcado para el padecimiento, jamás alzó la voz. El pasado agosto, rechazó una propuesta del Espanyol y cayó en la obstracismo. El club periquito, ahora, en Primera tampoco le pierde la pista.