Dos habitaciones, cocina completa, 60 metros, cerca de la zona universitaria, 1.200 euros, el piso perfecto en Madrid para estudiantes, pero la competición por encontrar piso comienza incluso antes de saber las notas de la EVAU y poder elegir carrera. Riel estudia segundo curso de Historia en Valencia. Este año, vuelta a empezar porque no puede afrontar la subida del alquiler. Sus móviles tampoco paran a la espera de la alerta de piso compartido para poder estudiar en Sevilla. En Barcelona, encontrar algo digno se complica. La escalada de precios no cesa. Demasiadas dificultades a pesar de que los pagos de los pisos del alquiler para estudiantes son una de las rentas más seguras porque avalan los padres.