Eduardo Rivero y Juana Suárez se levantaron bien temprano en su casa de Ventanieve, en la Vega de Acusa, y a mediodía ya tenían varias montañas de pinocha en los alrededores de la Casa Forestal de Tamadaba, el lugar elegido para entregarles el premio Gran Canaria Mosaico del mes de junio, una placa de madera que compartirán en su hogar de esa localidad de Artenara.

El Cabildo, en este año 2024, quiere dar visibilidad así a las personas y colectivos que contribuyen a la lucha contra los grandes incendios forestales y, de paso, mantienen el paisaje y las tradiciones de la isla, aunque en el caso de los pinocheros ya apenas queda gente para recibir el premio.