El incendio forestal a la puerta de casa

La campaña de verano contra el fuego se adelanta un mes y pone el énfasis en prevenir la llegada de las llamas a las viviendas 

Trabajo de los Equipos de Intervención y Refuerzo en Incendios Forestales (EIRIF)

Andrés Gutiérrez

Las islas de Gran Canaria, Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro entraron en alerta por riesgo de incendios forestales los pasados 9 y 10 de abril y permanecieron en esa situación durante diez días, algo insólito si se tiene en cuenta que las campañas contra el fuego en los montes del Archipiélago se fijan habitualmente entre el 1 de julio y el 30 septiembre, es decir, en los tres meses de verano. Es más, el 23 de enero, en pleno invierno, el Gobierno de Canarias ya había declarado una prealerta y había recomendado extremar las precauciones en las zonas de medianías y cumbres de esas cinco islas ante el peligro de incendios. 

En ambos casos, por la llegada de una masa de aire seco y cálido desde el desierto sahariano, acompañada de calima, que elevó las temperaturas y redujo la humedad hasta niveles anormales para la época. De hecho, desde el 18 de marzo, tres meses antes de lo habitual, está activado el Plan de Protección Civil y Atención de Emergencias por Incendios Forestales (Infoca), tras una reunión de un comité de expertos con el presidente Fernando Clavijo en la que se constató el riesgo de que se quemen los montes desde la primavera por el calor y la prolongada sequía. 

«Lo que sabemos de cara a la prevención de incendios este verano es que hemos tenido el enero y el abril más cálido de toda la serie de registros meteorológicos en Canarias desde el año 1962», explica el viceconsejero de Cohesión Territorial y Aguas del Gobierno de Canarias, Marcos Lorenzo, que ha ejercido las competencias sobre el dispositivo contraincendios hasta el nombramiento de Fernando Figuereo, este pasado miércoles, como nuevo director general de Emergencias. 

La perturbación por encima de la temperatura media fue de casi tres grados en enero y de 2,7 en abril, según detalla Lorenzo, lo que «pone a las islas en una situación de mayor peligrosidad» respecto a años precedentes. «Este mes de mayo ha sido más normal, pero nos preparamos para un verano con un 70% de probabilidades de que las temperaturas estén por encima de la media, por lo que se trata de una situación compleja en caso de que se produzcan incendios forestales», advierte el viceconsejero.  

Ante esas previsiones, el Gobierno de Canarias y los cabildos de las cinco islas establecieron en la última reunión del Infoca el dispositivo para la campaña forestal de este año 2024. De forma general, el periodo de máximo riesgo comenzó ayer sábado 1 de junio y se prolongará hasta el 15 de octubre, tal como estableció el Ministerio de Transición Ecológica y Cambio Climático para todo el territorio español. Luego, cada cabildo tiene sus fechas para movilizar a su propio operativo, que no difieren mucho de las regionales.  

Un total de 1.450 efectivos, 18 aparatos aéreos y 174 recursos terrestres forman el dispositivo contra los incendios forestales. La campaña, además de esos medios humanos y materiales, quiere poner el énfasis en la prevención, pues tal como sostienen los técnicos, los fuegos no se apagan en verano, sino gestionando los bosques el resto del año. 

Las principales actuaciones son descargar los montes de combustible vegetal mediante las quemas prescritas y convencer a la población que reside en las zonas de interfaz urbano-rural para que limpie los alrededores de su vivienda, al menos los 15 metros más próximos. La experiencia de los grandes incendios de este siglo XXI en Canarias demuestra que esas áreas de interfaz son las más vulnerables al fuego, con daños en las viviendas, las infraestructuras básicas, el ganado e incluso algunas vidas humanas.     

Un agente forestal envía señales al piloto del  helicóptero durante un entrenamiento

Un agente forestal envía señales al piloto del helicóptero durante un entrenamiento / Andrés Gutiérrez

De los efectivos humanos, la mayor parte, 990, corresponden a los cabildos, 245 al Gobierno de Canarias y 215 al Gobierno de España. En cuanto a los medios aéreos, ocho pertenecen a la Comunidad Autónoma (seis helicópteros medianos y dos ligeros), cuatro a los cabildos (dos helicópteros ligeros en Gran Canaria y Tenerife) y seis al Estado (cuatro helicópteros medianos, otro ligero y un avión Airtractor de carga en tierra con base fija en La Gomera). En todas las islas, los dispositivos de la campaña forestal se complementan con los servicios ordinarios de bomberos de los cabildos y de los ayuntamientos.

El operativo del Gobierno canario se divide entre los GES (Grupo de Emergencia y Salvamento) del Aire y de Tierra, los EIRIF de las tres islas más occidentales, el Cecoes 112, Grafcan y los dispositivos de extinción de los parques nacionales de La Caldera de Taburiente y Garajonay

El Estado dispone de un equipo BRIF con 65 efectivos y los helicópteros Bell 412 de extinción y transporte, con base en el municipio palmero de Puntagorda, más otras 150 personas en los dos destacamentos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) en Gando y Los Rodeos, con un total de 20 autobombas, cuatro nodrizas y vehículos de transporte. 

Los helicópteros

En la última reunión del Infoca se expusieron las dificultades del Ministerio para contratar los medios aéreos que deben estar este verano en Canarias y en el resto del país. Dos helicópteros medianos, que pueden verter hasta 1.500 litros cada uno en cada operación, sustituirán en las islas al Kamov, que disponía de una carga de 5.000 litros. 

El problema, comenta Marcos Lorenzo, es que «los contratos de helicópteros de incendios en España son básicamente estacionales, por tres meses», por lo que las empresas del sector prefieren atender las peticiones de países que requieren sus servicios todo el año, como Francia, Italia, Grecia o Chile. 

Aunque España es un país pionero a nivel mundial en el uso de helicópteros, con empresas punteras, los concursos públicos del Ministerio para esta campaña de verano quedaron desiertos, por lo que se tendrán que contratar por el procedimiento de emergencia. «A día de hoy no tenemos certeza de que ya estén contratados todos los medios aéreos del Estado, aunque existe el compromisos de que llegarán», apunta. 

Respecto al recurrente debate sobre si debe haber una base de hidroaviones en Canarias, el viceconsejero señala que el Gobierno autónomo se ha decantado por el uso de los helicópteros por recomendación de los expertos, pues «se ha demostrado que para la orografía canaria son más eficientes». 

En los grandes siniestros, tal como ha ocurrido la última década, están disponibles los aviones anfibio Canadair, con base en el sur de la Península. «En caso de necesitarlos, se pueden poner en Canarias en 12 o 24 horas», recuerda. Lo que sí se reclama al Ministerio es que las cuadrillas de la BRIF de Puntagorda dispongan de aerotransporte propio durante todo el año para garantizar su movilidad por el Archipiélago.

El Hierro fija la campaña forestal del 15 de junio al 31 de octubre, con precampaña y refuerzo externo desde ayer sábado. Dispone de 115 efectivos, 11 personas más que el año pasado y durante los cinco meses. El Cabildo despliega en cada turno una brigada de 45 agentes, tres autobombas forestales y dos ligeras. 

La campaña en la isla de La Gomera se extiende del 12 de junio al 31 de octubre, con 101 efectivos del Cabildo y 27 voluntarios, con una o dos brigadas y tres autobombas por turno.  

La Palma establece el periodo de máximo riesgo del 15 de junio al 15 de octubre, aunque está en precampaña desde el 1 de mayo. El Cabildo dispone de 198 efectivos, de los que 40 están por el día y 28 de noche. En cada turno despliega dos o tres brigadas de siete personas, dos brigadas ligeras de cinco agentes y tres o cuatro autobombas forestales.  

La isla de Tenerife, la última en sufrir un gran incendio forestal, inicia la campaña este lunes 3 de junio y la prolonga hasta el 3 de noviembre. Dispone de dos operativos, el del Cabildo con 291 efectivos y el del Parque Nacional del Teide con otros 42 agentes. Cuenta con un grupo más especializado, el Brivam, equipos de ocho personas que pueden ser transportados en helicóptero y ejecutar todas las técnicas de extinción. El reparto de personal por turnos es que 60 agentes por la mañana, 60 por la tarde y 30 de noche. 

El pasado 9 de mayo, tras una reunión para ultimar el Operativo Brifor 2024, el Cabildo resaltó la necesidad de mantener activa la prevención y vigilancia por el «riesgo extremo» de fuegos forestales este verano. Aunque el incendio iniciado el pasado verano en los altos de Arafo y Candelaria quemó más de 15.000 hectáreas y afectó a 12 municipios, todavía queda mucho combustible vegetal en los montes de la isla por la escasez de lluvias y las altas temperaturas durante el invierno. 

Autobombas

El Cabildo, además de la contratación de los dos helicópteros, con base en el aeropuerto del Sur, destacó entre las novedades de este la incorporación de nueve autobombas, por lo que dispondrá de 21 forestales, dos medianas y 27 ligeras, aparte de las cinco que aporta el dispositivo del Parque  Nacional del Teide. 

La campaña en Gran Canaria se establece del 18 de junio al 31 de octubre, con la presentación el día 17 y el equipo Presa desde el 10 de junio, según se recoge en la memoria del Infoca. El Cabildo cuenta con 242 efectivos, los dos helicópteros estacionados en la base de Artenara, 14 autobombas forestales y cinco ligeras. 

Como equipos especializados, dispone de las unidades Presa, formadas por seis personas que pueden ser helitransportadas y realizar todas las técnicas de extinción, y las brigadas Bravo, de ocho o de cuatro agentes. En cada turno puede desplegar tres o cuatro brigadas Presa o Bravo y uno o dos equipos ligeros, con tres o cuatro autobombas. 

La Unidad Operativa de Fuegos Forestales del Cabildo de Gran Canaria también considera que puede ser un verano complicado si se generan llamas en las medianías del norte o en los pinares de las cumbres del sur. «Con el cambio climático y la vegetación que tenemos, estamos a expensas de tener un gran incendio forestal (GIF), pero eso es válido para Canarias, la Península, el Mediterráneo o Norteamérica, pues en Canadá empiezan a tener fuegos por la sequía y las tormentas secas mucho antes de lo que era habitual», explican los técnicos de ese servicio. 

Dos miembros de la EIFIF de la Comunidad Autónoma durante un descanso.

Dos miembros de la EIFIF de la Comunidad Autónoma durante un descanso. / Andrés Gutiérrez

En ese escenario mundial está el Archipiélago y, a juicio de los expertos, es necesario de que la población que vive en zonas rurales, incluso las cercanas a las ciudades, tome conciencia de que las llamas pueden llegar a las puertas de su hogar si no se toman medidas como limpiar de vegetación los alrededores de las viviendas. 

El sur de Gran Canaria, detallan los técnicos, está «tremendamente seco porque ha llovido muy poco en los últimos años». En zonas de pastos eso es una ventaja, pues significa que hay mucho menos hierba y un hipotético incendio va tener más dificultades para caminar, pero ocurre lo contrario en los pinares, pues la vegetación está más estresada, menos hidratada por la larga sequía y, por tanto, existe un mayor riesgo.

«El norte de la isla tiene más vegetación y también más humedad por el riego y las nubes del alisio, pero cada vez menos, por eso instamos a los ciudadanos a que limpien los 15 metros que rodean sus casas y mucha gente ya lo está haciendo; si los propietarios de inmuebles mantienen sin hierbas ni otros combustibles esos 15 metros es casi una garantía de que su casa no se va a quemar, y si el incendio no es muy grave, incluso pueden permanecer en ella», comentan estos expertos, que añaden que las medianías del norte de Gran Canaria «son ahora mismo las zonas más vulnerables». 

Ovejas bombero

Las administraciones canarias, en su opinión, ya disponen de equipos de extinción «más que aceptables», por lo que entienden que ahora se debe incrementar la prevención, que es lo que se está realizando en Gran Canaria con las quemas prescritas y proyectos como los paisajes mosaico o las ovejas bombero.  

«Los grandes incendios forestales -sostienen- son ahora los gestores del territorio y el esfuerzo que hay que hacer en los próximos años es que sean las administraciones, junto a toda la sociedad, las que recuperen la gestión de los montes, quitando combustible al fuego allí donde sea posible para que las llamas no lleguen a GIF, o lo que llamamos incendios fuera de capacidad de extinción». 

Cada verano se registran en Canarias centenares de fuegos, por negligencias o intencionados, y la práctica totalidad se quedan en conatos porque son rápidamente sofocados por los equipos de extinción. Lo que se intenta evitar con esas medidas de prevención es que las llamas se escapen por la gran carga de material combustible y se conviertan en un GIF.

«La solución a estos grandes siniestros la tenemos que dar como sociedad, apoyando el pastoreo y a la agricultura de montaña, y eso se consigue consumiendo productos locales; también hace falta la complicidad de la población para que tenga mucho cuidado al hacer un asadero en el campo, al tirar la colilla de un cigarro desde el coche o al realizar obras con maquinaria que suelte chispas, que saben que en verano está prohibido y castigado», insiste la Unidad Operativa de Gran Canaria.