Entrevista | Josefina Rojas Friend Sumiller

La sumiller Josefina Rojas Friend: «Los vinos elaborados por mujeres son más ligeros y reflejan la personalidad»

La sumiller y miembro del comité de cata de la denominación de origen de Gran Canaria asegura que la mujer tiene una sensibilidad especial a la hora de elaborar los vinos

Explica que en las escuelas de enología, viticultura y sumiller las mujeres son la mitad de los alumnos o superan a los hombres

Josefina Rojas Friend, sumiller de Gran Canaria

Josefina Rojas Friend, sumiller de Gran Canaria / Juan Castro

Josefina Rojas Friend (04-12-66 Cáceres) se define como una sumiller que, a pesar de haber nacido en la Península, «es más canaria que el gofio». Su amor por los cultivos la han llevado hasta Moya, lugar en el que lleva a cabo sus proyectos vinícolas. Rojas ha sido de las primeras mujeres en hacerse notar en el mundo del vino, y responde a estas preguntas en el Jardín Canario, en el descorche de la última añada de los vinos de la isla. 

¿Cómo se presentaría Josefina Rojas a la ciudadanía?

Soy una sumiller que se dedica a la formación. Estoy dentro del comité de cata de la denominación de origen y soy viticultura, porque quería entender desde el inicio, del campo a la copa. Empecé con un proyecto hace cinco años y siempre estoy preparándome y formándome. Ahora estoy haciendo un máster de productos de la macaronesia.

¿Qué proyecto está preparando?

Es sobre el cultivo de la vid como viticultura. Mis plantas tienen cinco años, son jóvenes todavía. Mi idea es en un futuro poner mi vino dentro de la denominación de origen, de momento estoy haciendo prueba y error, trabajando en la elaboración del vino hasta encontrar el perfecto.

Decía usted en la presentación y descorche de la última añada de los vinos de Gran Canaria que la mujer está más presente que nunca en el sector vitivinícola...

La mujer realmente siempre ha estado presente, sobre todo en la parte del campo y agricultura ayudando al marido, lo que nunca se le ha dado la visibilidad y mérito real. Afortunadamente hoy en día a través de las diferentes ramas que pueden llegar a la familia del vino como marketing, periodismo o sumiller son más las mujeres que hacen de esto una profesión. Nos damos cuenta de la visibilización en miembros de catas, escuelas de sumiller... es una atracción, no sé si porque nos lo prohibieron hace años y ahora estamos pegando fuerte.

¿Ha sido complicado el camino de la mujer hasta hacerse un hueco en el sector vitivinícola?

Yo comencé en el 2010 y ahí estaban los últimos flequillos. Las que nos precedieron nos allanaron el camino y vieron más las piedras, pero sí que te miraban con inferioridad. Ahora los compañeros son estupendos y la gran familia del vino hacemos piña que nos ayudamos entre todos. 

Hablaba también de que las mujeres dejan su personalidad en la creación de cada vino. ¿Podría explicar eso?

El vino lleva el alma del bodeguero. Cuando estamos en el comité de catas, que son vinos a ciegas, siempre viene el alma del viticultor porque a lo mejor son personas tranquilas y el vino se refleja. En este caso como son cada vez más mujeres, los vinos son más frescos, con menos carga alcohólica, menos intervención química y se refleja la tendencia. Son vinos más ligeros, bebibles y que reflejan la personalidad y el terruño, que es la zona en la que están ubicadas.

¿Qué diferencia a una mujer y a un hombre a la hora de crear un vino?

La mujer tiene una sensibilidad especial. En mi caso personal yo trabajo en el cultivo y noto que tenemos otra sensibilidad hacia las plantas. Es algo que tenemos las mujeres en la dulzura y la manera de tratar el cultivo. Las mujeres tenemos otra visión para todo.

¿A qué cree que se debe este relevo de género en el sector?

Creo que ahora mismo se está dando el caso del cambio de género que son las hijas las que continúan la labor de los padres y creo que es el amor a continuar, de ver desde pequeño a tus padres. Pasión y amor para que esa profesión no quede en el olvido, y volvemos a la sensibilidad de la mujer. 

Dio un dato relevante, en el que afirma que más del 51% de las personas inscritas en cursos de vino y sumiller son mujeres...

Sí, tanto en la escuela de enología y viticultura de San Mateo como las escuelas de sumiller que se están preparando a través del Gobierno de Canarias, somos las mujeres la mitad o superamos a los hombres.

¿En qué porcentaje se ha incrementado el número de mujeres?

Por comunidades, Castilla y León está a la cabeza y en Canarias no quiero dar un porcentaje exacto, pero rozamos el 40 y pico de la presencia de la mujer en el sector. 

¿Cómo ve el papel femenino en el futuro vitivinícola?

Siempre digo que la mujer no ha venido a sumar, sino a multiplicar, porque en la perspectiva que está dando se está viendo ahora en cambios en los diseños de las botellas que son más frescos, también la percepción sobre el análisis sensorial del vino, que tenemos más percepción que el hombre. Es un cúmulo de muchos factores a la hora de hacerlo y explicarlo, somos más cercanas y lo veo en todas las ramas.

¿Y el futuro del vino en sí?

En Gran Canaria la verdad que estamos creciendo en hectáreas y en viticultores. Está llegando gente nueva y preparada, que ha salido fuera y ha visto y estudiado. Veo un sector con mucha fuerza y muchas ganas. 

Decía un compañero del sector, que la isla estaría más verde si se plantaran más viñedos. ¿Cómo lo ve usted?

Totalmente de acuerdo. Hasta para temas de incendio es fundamental tener cuidado un terreno y no tenerlo abandonado. El Cabildo está apostando por el sector primario en cuanto a viticultura, abrieron escuelas, están cediendo terrenos para el cultivo y todo esto es un suma y sigue. Estaría todo más verdes, claro que sí. La isla estaría preciosa.

¿Cree que con el tiempo el campo se vuelva verde gracias a los viñedos?

Por supuesto. Nosotros conocimos la época dorada de la platanera, que todo era un manto verde. Igual pasaría con los cultivos de la vid, imaginen pasear y ver todo lleno de viñedos. 

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