Santa Brígida

José María Dávila y un pregón de San Pedro con los versos y el punto cubano como protagonistas

El verseador dará el pistoletazo de salida a las fiestas de La Atalaya con el recuerdo de su padre muy presente

Asegura que sobre el escenario le acompañará Laura Martel, Misael Jordán y María Belén Sánchez

José María Dávila, pregonero de las fiestas de San Pedro en La Atalaya

José María Dávila, pregonero de las fiestas de San Pedro en La Atalaya / LP/DLP

Las fiestas de San Pedro darán este viernes por la noche el pistoletazo de salida con un pregón muy especial, que correrá a cargo de José María Dávila. Nacido y criado en La Atalaya de Santa Brígida, Dávila comenzó desde muy pequeño a interesarse por la música tradicional canaria, destacando una anécdota con su abuelo materno, Carmelo, quien guardaba en lo alto de un ropero un timple que él siempre quería coger y, debido a su corta edad, no le permitían. Fue unos años más tarde, con 19 años, cuando Dávila comenzó a tocar sus primeras notas junto a una guitarra de su hermana. 

Con la tradición canaria corriendo por sus venas, José María tomó la decisión de comenzar en la agrupación Cataifa, dando el salto un año más tarde a la escuela de folclore de Santa Brígida. “El año 2006 me marcó, porque conocí a Yeray Rodríguez”, explica Dávila. “Él ya cantaba, y a mí siempre me gustó improvisar, por lo que desde el principio hicimos buenas migas”, apunta. Fue en ese año cuando José María se enganchó a la improvisación dentro del punto cubano y la décima espinela.

Tres referentes

A la hora de hablar de sus referentes, hay tres nombres propios que están en la mente de José María: Yeray Rodríguez, Domingo ‘El Cuco’ y Marcos ‘El Hormiga’. “Soy hijo de La Atalaya, y por la edad que tengo considero que no me toca ser pregonero ni tener los beneplácitos que me concedieron, pero sin duda alguna me eligen por mi labor en la tradición”, asegura Dávila. Un amor por su tierra que le ha llevado por varios territorios entre los que destaca Puerto Rico o México cantando sobre el escenario el punto cubano. 

El año pasado ofrecieron a José María ser el pregonero de las fiestas de San Pedro, pero un viaje se lo impidió. Este año, tras una nueva oferta, la decisión estaba clara, y era un sí rotundo. Un pregón que será muy especial por muchas cuestiones, pero sobre todo porque habrá una ausencia muy especial: la de su padre, fallecido el pasado mes de marzo. “Me queda la espina de que si lo hubiera hecho el año pasado, mi padre habría estado presente, pero me toca hacerlo sin él, y sin duda será una parte muy emotiva”, señala. 

San Pedro y el Barro

Si José María tuviera que definir las fiestas de San Pedro de alguna manera, diría que son “las fiestas que viví de niño, las de mi casa y mi gente, los que nunca se van a olvidar de mí”. Unas fiestas entrañables que a lo largo de los años han cambiado mucho. “Antes eran fiestas de calle, donde los niños pequeños jugaban sin peligros ni videojuegos de por medio”, recuerda Dávila. Además, de las fiestas de San Pedro, tal y como explica José María, nacen las fiestas del Barro. “Son una semana después, pero siempre he pensado que cuando hacemos fuerza entre dos todo se hace más liviano, y me gusta creer que las dos fiestas van de la mano, las dos las considero como mis fiestas y hago referencia a las dos en el pregón". 

Lo más reseñable de las fiestas de San Pedro en La Atalaya es el día de la procesión, cuando antiguamente todo el barrio se pintaba de blanco. “El día de la procesión es el día que más resalta, es cuando más convivencia hay en la calle”, asegura. “Dar el pregón es una responsabilidad y una emoción”. Un pistoletazo a las fiestas que aunque Dávila tiene escrito en una pequeña chuleta, improvisará. Sobre el escenario le acompañarán figuras reseñables de la tradición canaria, como lo son Laura Martel, Misael Jordán y María Belén Sánchez. “Intentaré regalar a mi pueblo un pregón teatral, porque lo merecen”, sentencia. 

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