Fiestas Fundacionales

Nombres propios para un proyecto común de ciudad

La ciudad celebra el acto de Honores y Distinciones con cerca de un millar de invitados de varios gremios profesionales, representados por sus homenajeados

José A. Neketan

José A. Neketan

El poema de Alonso QuesadaCamino del mar II, abrió el acto de Honores y Distinciones de Las Palmas de Gran Canaria celebrado ayer en el Auditorio Alfredo Kraus, con el que la ciudad soplaba las velas de su 546 cumpleaños. Profesionales de la judicatura, la medicina, el carnaval y la cultura, la enfermería, empresarial, universitario, la música, la iglesia y el asociacionismo vecinal, además de representantes profesionales, y autoridades militares y civiles, como el presidente del Cabildo, Antonio Morales, la presidenta de la Autoridad Portuaria, Beatriz Calzada, y la subdelegada del Gobierno, María Teresa Mayans, entre otros, arroparon a las 15 personas e instituciones homenajeadas

El acto, el segundo de Carolina Darias como alcaldesa y el último de la secretaria del Pleno del Ayuntamiento, Ana María Echeandia, tras 26 años de servicio, se desarrolló con buen ritmo. Inmaculada Medina volvió a ejercer como presidenta de la Comisión de Pleno de Honores y Distinciones. Con un Auditorio casi lleno, entre el anecdotario de la noche, el presidente de la Asociación Vecinal Tres Palmas, Juan Samper, recogió la Medalla de Oro de la ciudad con una bufanda palestina sobre sus hombros. 

Con una duración de algo más de una hora y cuarenta minutos, la velada también tuvo un momento de recuerdo para tres personas influyentes en el desarrollo social, político y cultural de Las Palmas de Gran Canaria que fallecieron el año pasado. La pantalla proyectó las imágenes de Jerónimo Saavedra, Óscar Gutiérrez y Juan de León, a los que el público arropó con un fuerte aplauso. 

Viaje de ida y vuelta

El médico Delvys Rodríguez fue el encargado de ofrecer un discurso en nombre de las personas homenajeadas. A través de su intervención, además de elogiar a los agasajados, hizo un viaje de ida y vuelta, desde su Cuba natal hasta la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, a través de palabras de la escritora Dulce María Loynaz, y del poeta Tomás Morales.

El doctor, durante la alocución, llegó a emocionarse sobre el atril al incluir a su familia en su discurso, lo que hizo que el público entendiera sus sentimientos en una noche tan importante para él y la historia de la ciudad y le regalara un fuerte aplauso. 

Tras recomponerse, continuó con las palabras que llevaba preparada para esa noche tan especial, no solo para las personas homenajeadas sino también para sus familiares y amistades, que compartían la alegría al verlos sobre el escenario de un lugar tan emblemático para la Las Palmas de Gran Canaria, como es el Auditorio Alfredo Kraus.

El músico Germán López puso el broche el acto con un pequeño concierto en formato de cuarteto y dos bailarines, con piezas que partían desde la raíz canaria hacia otras culturas. Su música funcionó como una alegoría de lo que ha sido esta ciudad cosmopolita como cruce de diferentes culturas del mundo a lo largo de estos 546 años. 

Tras el acto oficial y a la salida del Auditorio, miembros de la Comisión de Fiestas del Pilar quisieron celebrar la Medalla de Oro recibida de manos de la ciudad. Para ello reunieron a personas o descendientes que han precedido a su actual presidente, Simón Alejandro, en el cargo desde el año 1940 hasta la actualidad. Y su comunidad, orgullosa del reconocimiento, se llevó la fiesta hasta la plaza del Pilar, con la música de una banda y con los populares papagüevos, seña de identidad de sus festejos, danzando.

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