Sucesos

Un enfermo se lesiona en el Hospital Insular y amenaza a otros pacientes

El hombre rompió una ventana, usó los cristales como espada y dejó un reguero de sangre

Personal del centro alerta de las deficiencias del módulo ‘E’ de Urgencias

Un enfermo se lesiona en el Hospital Insular y amenaza a otros pacientes

LP / DLP

Javier Bolaños

Javier Bolaños

Pudo haber causado una tragedia. Un enfermo psiquiátrico en plena crisis rompió a cabezazos un cristal de la estancia del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria donde se hallaba ingresado y usó dos enormes trozos como espadas amenazadoras, poniendo en peligro a los pacientes que en esos momentos estaban siendo atendidos a su alrededor.

El personal hospitalario, con la ayuda de dos policías que en ese momento se encontraban en el lugar, lograron calmarlo. No obstante, el paciente se lesionó en distintas partes del cuerpo y dejó un reguero de sangre. Trabajadores del centro alertan de que el denominado módulo ‘E’ de Urgencias, donde se ubican los pacientes psiquiátricos a la espera de cama en la Unidad de Psiquiatría, es compartido con otros enfermos y no está acondicionado, por lo que reclaman que se tomen medidas antes de que pase una situación más grave. 

El cristal roto.

El cristal roto. / LP / DLP

Los hechos ocurrieron sobre las cuatro y media de la madrugada del sábado al domingo. El paciente ingresó por Urgencias y fue instalado en el módulo ‘E’, con una decena de camas disponibles para pacientes con problemas psiquiátricos. Pero, en este módulo también tienen cabida enfermos de otras patologías generales (ocho de las 12 plazas). Suelen permanecer muchos enfermos mayores, creando una mezcla que, según quienes trabajan en esta zona del Insular, puede derivar en un riesgo en situaciones como la vivida el fin de semana.

Corpulento

El paciente de entre 35 y 38 años aproximadamente y mucha corpulencia, ya que mide cerca de 1,90 metros de altura, sufrió una crisis que le llevó a romper a cabezazos el cristal de la ventana de la habitación. A continuación, usó a modo de espada dos grandes vidrios de la ventana rota, creando una situación de mucha inquietud entre quienes estaban en el lugar.

La situación obligó a movilizar a numerosas personas para tratar de aplacarlo, ya que había atemorizado a todo el módulo y las zonas próximas del centro hospitalario del Cono Sur de Las Palmas de Gran Canaria. Entre ellos, un testigo habla de que en la habitación se personaron al menos cuatro vigilantes de seguridad, otros empleados del centro y dos policías, que circunstancialmente se encontraban por otro servicio en el recinto.

Los cristales.

Los cristales. / LP / DLP

El paciente sufrió numerosos cortes en la mano, en la cabeza y una herida muy peligrosa en el cuello, que a punto estuvo de tocarle una arteria vital. Por fortuna, y pese a la abundante sangre que perdió, las lesiones no fueron todo lo graves que podían haber sido. Y en ese momento el hombre colaboró y se tranquilizó. 

Peligrosa ventana y pulsador

Aunque este tipo de situaciones es esporádica, existen precedentes y, en una anterior ocasión, un vigilante de seguridad sufrió una lesión. Por ello, trabajadores del Hospital Insular muestran su preocupación porque las habitaciones no están acondicionadas para acoger a pacientes que pueden llegar a ser agresivos. 

En esta línea, el personal señala que los cristales deberían estar diseñados para que no se rompan en muchos pedazos al fracturarse. También advierte de que el pulsador de aviso para llamar al personal tiene un cable de varios metros de longitud, que puede servir a un enfermo para causarse lesiones o lesionar a otras personas. 

Un trabajador insiste en que lo sucedido el fin de semana debe servir para enseñar que se deben tomar medidas preventivas para que no se repitan. Asimismo, destaca que hay que estudiar que en el módulo ‘E’ de Urgencias haya una separación de los pacientes psiquiátricos de otras personas vulnerables, ya que es una sala en la que suelen estar muchas personas mayores.