La UD Las Palmas acepta una oferta de 10 millones del Olympique de Marsella por Álvaro Valles

Miguel Ángel Ramírez cierra el acuerdo en el aeropuerto de Madrid a la espera de la decisión del portero.

El meta sevillano tiene un pacto con el Real Betis, pero el club verdiblanco sólo ofrece 3,5 'kilos'

Luis Carrión charla con Valles en el primer entreno de la pretemporada.

Luis Carrión charla con Valles en el primer entreno de la pretemporada. / laprovincia.es

El culebrón Álvaro Valles da un paso más. La UD Las Palmas aceptó una oferta de 10 millones de euros del Olympique de Marsella por el portero, que ahora deberá decidir si alcanza un acuerdo con el histórico club francés o no. Por su parte, el sevillano, al que le queda un año de contrato con la entidad amarilla, tiene un pacto apalabrado con el Real Betis, sin embargo, la sociedad verdiblanca pone encima de la mesa mucho menos dinero, 3,5 kilos. Está por ver, por tanto, qué elegirá el que fuera el guardián del cuadro grancanario durante las últimas dos temporadas y media, al que amenaza la grada.

Luis Helguera, director deportivo de la UD, se refirió al asunto durante la presentación de Luis Carrión como nuevo entrenador del equipo. "El Betis ha hecho una oferta y en estos momentos el presidente (Miguel Ángel Ramírez) está en Madrid reunido en el aeropuerto con un club extranjero con una oferta muy importante de más del doble que dan los equipos aquí en España. Entonces, seguramente cerremos esa situación". Ese club extranjero es el Olympique de Marsella, que no participará en competición europea el curso que viene y que ofrece, efectivamente, más del doble, hasta 10 millones, según pudo saber este medio de fuentes de la entidad de Pío XII.

Así pues, Valles quiere irse al Betis, pero la UD quiere traspasarle al Olympique porque pone más dinero. Son, por tanto, preferencias distintas que ahora mismo mantienen la situación del jugador en un limbo que no tiene fácil solución. Cabe recordar que el presidente Ramírez dejó bien claro desde hace meses que con Valles (y después sumaría a Saúl Coco en esta ecuación) sólo había tres opciones: un traspaso por una cantidad que satisfaga a la UD, una renovación o una permanencia en la plantilla, pero sin jugar, es decir, que el guardameta sería castigado con el banquillo o con la grada (nunca sería apartado de los entrenamientos porque en tal caso podría denunciar al club).

Ninguna de las dos partes quiere llegar a ese extremo, por lo que tendrán que solventar el entuerto.