Joana Sanz, entre la espada y la pared por defender a Dani Alves

Joana Sanz ha hecho un llamado para que cesen los ataques hacia ella en las redes sociales, lo cual sería comprensible si no fuera por su decisión de retomar su relación con Dani Alves, quien ha sido condenado por agredir sexualmente a una mujer. La víctima de la agresión ha sido públicamente humillada por quienes no creen en su testimonio ni en la sentencia del juez que condenó al futbolista.

La modelo desea seguir adelante con su vida, en su mansión y con su esposo culpable, esperando que les permitan vivir en paz. De igual forma, la víctima también anhela tranquilidad y no ser insultada por aquellos que cuestionan su relato, así como evitar la indignación al saber que su agresor disfruta de la libertad, aunque sea provisional.

Un giro inesperado

Cuando detuvieron a Dani Alves, la influencer mostró una actitud cautelosa, sin saber cómo reaccionar. Aunque lo visitó en prisión, todo apuntaba a que seguiría con su vida y se divorciaría del futbolista. La reciente muerte de su madre y la detención de Alves dejaron a la modelo completamente devastada y desorientada.

Sin embargo, Joana Sanz sorprendió a muchos cuando el futbolista brasileño salió de la cárcel y ella publicó una foto de ambos entrelazando sus manos, simbolizando unión y compromiso. Esta reconciliación y sus posteriores escapadas de lujo han indignado a sus seguidores en las redes sociales. Aunque es cierto que nadie debería insultar a otros, ella también debería intentar comprender la perspectiva de aquellos que no entienden sus decisiones.

El pedido de paz

Los actos tienen consecuencias, y a pesar de que la modelo pide paz y tranquilidad para disfrutar de su vida de lujo, la realidad es que su esposo ha sido condenado por agresión sexual. Aún no ha terminado de cumplir su condena, la cual ha sido reducida gracias a la posibilidad de pagar una fianza, una situación que muchos otros presos no podrían enfrentar y estarían cumpliendo 15 años de cárcel.

Joana Sanz solicita que la dejen continuar con su vida, un ruego que parece dirigido tanto a sí misma como a las circunstancias que la llevaron a retomar su relación con un condenado por violación. La influencer pide algo difícil de lograr, ya que incluso si nadie la atacara, tendrá que vivir con la constante sensación de haber perdido algo crucial al decidir volver a convivir con alguien condenado por un delito tan grave.