Enfoques

Un archipiélago resiliente al cambio climático

Los cabildos negocian nuevas medidas para cumplir con la Ley de Cambio Climático antes de agosto, enfrentándose a desafíos en la plantación de árboles en las capitales insulares

Ilustración de áboles en la ciudad.

Ilustración de áboles en la ciudad. / Adae Santana

Sergio Armas

En Canarias ahora mismo se está negociando, principalmente con los cabildos, la modificación de la Ley de Cambio Climático de Canarias para ser presentada al Parlamento, posiblemente antes de agosto. Surge la pregunta: ¿cómo se va a resolver la obligación que deja los censos vegetales de las dos capitales canarias en dificultades de cumplimiento de la Ley? Solo Las Palmas de Gran Canaria debería multiplicarlo por más de dos. En Santa Cruz de Tenerife el déficit es de 10.417 árboles. Según el INE esta última ciudad cuenta hoy con 69.798 árboles a repartir entre sus 209.395 habitantes. El déficit es, por tanto, del 15%. Sin perjuicio del hecho de que, la mayor parte del suelo insular está en manos privadas y las administraciones públicas tienen dudas sobre la actuación en dichas superficies.  

Tras 25 años de trabajo con la fundación FORESTA en los montes de Canarias, apreciamos que por fin se hagan referencias a nuestros mejores aliados para mitigar este cambio climático: los árboles.

Llevamos años inmersos en los Next Generation, siendo uno de sus pilares la transición ecológica. La realidad es que, si vemos las líneas de financiación o el discurso entorno a esta transición, su traducción a la vida real a día de hoy se centra principalmente en la transformación energética. Y está muy bien; es necesario cambiar nuestro modelo energético y adaptarlo a las fuentes renovables, pero, no solo trabajando en reducir el nivel de emisiones vamos cambiar la proporción de CO2 acumulado actualmente en la atmósfera, sino que es necesario secuestrar este CO2 atmosférico a través de la creación de sumideros activos de carbono que nos permiten reducir este gas.

Cambio climático

La subida global de las temperaturas, el cambio en la circulación oceánica, la deforestación, el avance de la desertización y la pérdida de suelos, los episodios climáticos cada vez más desproporcionados y unos incendios forestales cada vez más recurrentes, no ayudan a esta lucha, sino que, al contrario, la dificultan y nos obligan a reaccionar.  

Hoy en día todos conocemos los beneficios de los árboles, de su contribución al cambio, pero parece que ese discurso es teórico y solo sirve para plantear compromisos y buenas intenciones en elecciones que, desgraciadamente suelen quedar en el tintero. ¿Sabían que los árboles nos sirven de filtro a la contaminación urbana como termorregulador de las ciudades rebajando entre 4 y 10 grados las temperaturas urbanas y capturando toda la humedad que nos traen los vientos alisios para recargar el acuífero? Pienso que nos sobran razones para reaccionar.

Trabajo conjunto

Es por ello que, desde Foresta trabajamos mano a mano con las administraciones públicas, con la sociedad y con las empresas privadas para, alineados al Objetivo de Desarrollo Sostenible nº17 (ODS) de alianzas para lograr objetivos, ser capaces de meter este vector verde que son los árboles en la adaptación al cambio climático que estamos sufriendo ya de cerca en estos últimos tiempos, en nuestras costas, en nuestros montes y en nuestro frágil territorio.

Ilustración de árboles en la ciudad.

Ilustración de árboles en la ciudad. / Adae Santana

Canarias está entre las 15 regiones del planeta con mayor biodiversidad, pero ¿somos los canarios conscientes de ello? Desgraciadamente no o no lo suficiente. Esa es la triste respuesta. Pero la realidad es que en los últimos años se ha apreciado una mayor preocupación por nuestro entorno, por nuestras islas, por nuestra biodiversidad y esa inquietud en la población ha empezado a reforzar la importancia de atender ese legado que le tenemos que transferir a las futuras generaciones, nuestro patrimonio natural.

La preocupación por el cambio climático ha provocado que la sociedad y las empresas hayan incorporado a sus líneas de acción el cálculo de la huella de carbono, sus políticas de reducción, que propician el ajuste de costes en la cuenta de resultados, e incluso la inquietud por compensar la huella llegando a la neutralidad, consiguiendo así un compromiso de respeto al medio ambiente.

Cuerpo legal

La Consejería de Transición Ecológica, desde hace tiempo, ha puesto en funcionamiento infinidad de normativas (Ley de Cambio Climático, la Estrategia Canaria de Acción Climática y el Plan Canario de Acción Climática, etc…) y se están queriendo sacar el Plan Integrado de Energía y Clima o el Plan Canario de Adaptación Climática. Además, esta semana se ha aprobado a nivel europeo la Ley de la Restauración de la Naturaleza orientada a la recuperación de la pérdida de biodiversidad y espacios naturales degradados, dejando patente la línea a seguir. Todo ello, cuando el jueves pasado la ONU nos aporta los datos de una macro encuesta mundial que acredita la altísima motivación y preocupación de los habitantes de este planeta (80%) por lo que está pasando.

En nuestra fundación, por ejemplo, hemos colaborado con Turismo Islas Canarias en un ambicioso Plan Maestro de Acción Climática del viaje hacia la descarbonización del destino Islas Canarias, compensando la Huella de Carbono de los eventos y ferias turísticas más importantes a las que se acude. También estamos trabajando en buscar soluciones de sostenibilidad con empresas turísticas. Entendemos que también los turistas europeos aplaudirán estas iniciativas

Centrándonos en el decreto de modificación de la Ley de Cambio Climático, vemos que se incluyen medidas como la plantación de 1 árbol cada 3 habitantes y la inclusión de al menos 10 metros cuadrados de zonas verdes por habitante, a incorporar en todos los planes generales que se redacten. Más allá de la obligatoriedad para el registro de la huella de carbono para empresas grandes y medianas empresas.

Emisiones

Las emisiones per cápita de CO2 de un ciudadano de a pie en España están actualmente en torno a 5,5 tn/año. Conforme a este dato cada ciudadano debería plantar 33 árboles/año para compensar su huella. Esta revisión de la Ley de Cambio Climático fija la necesidad de plantar árboles en función del número de ciudadanos. La realidad es que la relación de árboles/ciudadanos planteada por el Gobierno no cumple con la necesidad real de árboles. No obstante, ya se está tomando consciencia de que plantando árboles se puede también alcanzar los objetivos de neutralidad climática 2030-2050. Nosotros pensamos que esta contribución va a ser determinante para lograr estos objetivos.

En Foresta realizamos una batería de acciones para generar repoblaciones forestales en zonas periurbanas y urbanas, generando corredores verdes, burbujas forestales y cinturones periféricos que hagan las ciudades más amables. Generar empleo con horizonte de futuro dando oportunidad a desempleados con planes de empleo verde, y por supuesto, sensibilizar a toda la sociedad, desde escolares hasta voluntarios, para aprender a valorar ese patrimonio natural único en el mundo que posee Canarias.

Las grandes ciudades canarias tienen la oportunidad de afrontar este reto y Foresta (con acreditada solvencia y prestigio) es una buena herramienta para conseguirlo. Aprovechemos, de verdad, este impulso para avanzar hacia un Archipiélago más resiliente a este cambio climático.