Opinión | Diccionario de sentimientos canarios

El pomo descompuesto

Este dolor de tripa puede provocar depresión en el niño.

Este dolor de tripa puede provocar depresión en el niño. / Freepik

El Diccionario Diferencial del español de Canarias define el pomo como: «zona imprecisa del estómago que se descompone a consecuencia de un susto, de una preocupación intensa, nervios etc. Y el Diccionario del Léxico de Gran Canaria de Pancho Guerra apunta, certeramente, a su importancia para la salud o enfermedad y lo define como «órgano o función que se desarrolla por el vientre y que de él depende la salud o la malandanza del interesado«. Y añade «se le descompuso el pomo«: está muy mal de algo indefinido, pero que no le deja medrar».

En versión actual el escritor canario alude a que el mal afecta a la calidad de vida de quien lo padece. La importancia del ombligo como órgano central del cuerpo humano aparece, en tiempos de la antigua Grecia, a través del mito del imphalos esculpido en el templo de Delfos, una piedra que se consideraba el centro del universo. Sobre este órgano pueden caer las desgracias en forma de enfermedades y también la sanación de males mediante la palabra sanadora acompañada de ungüentos y masajes, Es partir del año 1950 cuando investigaciones científicas corroboran la ancestral creencia de que el estómago es sede de las emociones.

Coincide con que los médicos comenzaron a recetar el medicamento Bellargal para combatir los nervios. Se descubrió el hallazgo científico de que hay células nerviosas en un órgano que ha cumplido, como o función principal, la de almacenar y digerir los alimentos. Hoy se habla de manifestaciones somáticas como vómitos, dispepsias estomacales a consecuencia de situaciones estresantes. Estados de ánimo que para definir apuros y hartazgo existía la palabra «estar agoniado» a consecuencia de un evento externo o la rumiación de conflictos en el interior de uno mismo evocando conflictos o frustraciones que pueden quitar el sueño. La palabra depresión, en su significación moderna, no existía en el argot popular. Se hablaba de «nervios», mal de las madres, pomo descompuesto que se combatía con la visita a alguien experto (arregladores del pomo) que daban masajes con algún tipo de aceite en la boca del estómago y aconsejaban tisanas de hierbas a las que había que «asustar» con un tizón prendido o un clavo.

Mejor este remedio que el que aconsejaba alguno contra el ácido y otros males estomacales de tomar de un dedal de la propia orina en ayunas. Uno de los síntomas de la curación consistía en que, al pálpito, la barriga del paciente dejaba de «dar brincos». Había quien no salía de la casa, perdido el sueño, el humor y el apetito. Entonces se decía que padecía de melancolía. El origen de la palabra hay que buscarla en la «bilis negra» de Hipócrates. El Diccionario castellano con las voces de las ciencias, artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, italiana y latina de Terreros y Pando, Esteban (TE) distingue entre melancolía cuando se ignora la causa y la tristeza cuando se sabe la causa: alguna perdida o pesadumbre derivada de pesares de los avatares de la vida. La depresión se asocia a un estado de abatimiento profundo acompañado de desánimo, pesimismo. impotencia y pensamiento negativo acerca del presenta y futuro. Por ejemplo, el duelo por la muerte de un ser querido. Sentimiento por la «pérdida del objeto» freudiano que está presente en todas las culturas. Un desengaño amoroso que, antes y ahora, puede llevar a quien lo padece al suicidio.

No confundir con el desengaño producido por el sentimiento de posesión, celos patológicos, que lleva al hombre a atentar contra la vida de su pareja, los hijos y él mismo. Tristeza, murria asociada a la expresión de «amargos chochos», un dicho del habla campesina referido a los chochos, altramuces, todavía sin salar dentro de las barricas. Se asociaba a una desgracia familiar, el fracaso de un negocio o proyecto que provocaba amargura, un sentimiento que en El Diccionario de los sentimientos de J.A. Marina define como «sentimiento duradero de tristeza mezclada de rencor y ligada a un desengaño, una humillación, una injusticia o una frustración, suele ir acompañada de mal humor». Como ha ocurrido en otros lugares los estados de depresión han afectado más a las mujeres que a los hombres.

Estos disfrutaban de más tiempo y espacio de recreación esparcimiento fuera de la casa, mientras que las mujeres rumiaban más sus problemas, pequeñas y grandes desgracias y menos oportunidades de socialización que no fuera ir de compras o la asistencia a la misa dominical. En un totum revolutum de diversos males de la mente y ánimo melancólico que, a veces, se confundía con locura. En este punto muchos se acordarán de la película Alguien voló sobre el nido del cuco del realizador Milos Forman y magistralmente interpretado por Jack Nicholson y Louise Fletcher, fallecida en septiembre del año 1922, en el papel de la cruel enfermera que jugó un papel activo en la siniestra técnica de la lobotomía cerebral. Lo llevaron a que le dieran los choques, se decía en referencia a la terapia electroconvulsiva. Se suprimió por ser un tratamiento agresivo y, en cierto modo, atentar contra la dignidad de la persona, aunque todavía hay especialistas que lo aplican modificado y atemperado en sus efectos secundarios.

En otro tiempo, era administrado en los antiguos manicomios como tratamiento habitual para la locura. Como si padecieran de lepra que, por cierto, en la isla la leprosería estaba situada al lado de manicomio en la isla de Gran Canaria al que se denominó El valle del dolor y que se intentaba ocultar por parte de la familia del enfermo. Los que se enteraban comentaban, en voz baja que a fulano o fulana le entró una chifladura que, en circunstancias menos dramáticas, se decía de algo que provocaba entusiasmo, alegría desbordante por un acontecimiento o evento grato. Hoy, la depresión es un trastorno que, diagnosticado por el profesional que corresponda, es un mal planetario y que, según observaciones de médicos, psiquíatras y psicólogos aumenta en la población de las islas.

Tiene correlatos económicos con millones de euros de pérdidas por bajas laborales además del enorme costo que supone para la sanidad. Se ceba hasta con menores y adolescentes cuya prevalencia en Canarias es de las mayores entres las comunidades autónomas de España. Tanto que ha alarmado a las autoridades sanitarias y educativas por lo que han establecido protocolos de observación en los centros de enseñanza sobre indicadores de suicidio. Sin embargo, todavía hay gente que cree en los sanadores de madres o pomos descompuestos y llevan a quien padece de nervios, mal gusto y brincos en la panza. No sin razón porque el masaje en la tripa viene bien para el cuerpo y para el alma no hay nada mejor que creer en algo que la propia sugestión pueden curar por lo que los propios médicos, psiquíatras y psicólogos llaman efecto placebo.