La Candelaria investiga un método más preciso para detectar el Covid-19

La técnica es más sensible que los test de antígenos y se presenta como una alternativa a la PCR

El objetivo es que pueda diagnosticar infecciones recientes

De izquierda a derecha, Samantha Morais y Esperanza Hernández.

De izquierda a derecha, Samantha Morais y Esperanza Hernández. / LP/DLP

La Unidad de Investigación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria trabaja en un proyecto centrado en desarrollar un método que permita detectar la presencia del SARS-CoV-2 en muestras de pacientes de una forma más precisa, incluso en los casos en los que exista una menor carga viral. Según indica Félix Machín, investigador principal y jefe del grupo de Inestabilidad Genómica y Cáncer, la iniciativa arrancó hace tres años. Ahora, el propósito es mejorar la sensibilidad de la técnica, conocida como RT-LAMP. 

«Cuando empezamos el proyecto, había muchos problemas para detectar el Covid-19 y aún no se habían desarrollado los test de antígenos. La RT-LAP está pensada para los centros de salud, los hospitales con pocos recursos, e incluso, para los países en vías de desarrollo, ya que no requiere contar con un equipamiento tan costoso como el que se necesita para la detección del genoma del virus a través de una PCR», detalla el experto.

Pero, ¿cómo funciona? Tal y como explica el profesional, para llevar a cabo el procedimiento es necesario obtener una muestra nasofaríngea de los pacientes. Después, se introduce en un tubo en el que hay una solución de color rosa, y se incuba durante 15 minutos a 65º en una especie de horno. Si la mezcla cambia al color amarillo, significa que el resultado es positivo en SARS-CoV-2. «La técnica ha demostrado ser más sensible que los test de antígenos –que detectan la proteína del patógeno– y es una alternativa a la PCR», anota. 

La prueba permite ahorrar costes y está pensada para centros con pocos recursos

A pesar de que el método ha sido testado en menos de medio centenar de pacientes, ya ha demostrado eficacia. El siguiente paso es mejorar la sensibilidad de la prueba, su resistencia a las condiciones ambientales y su preservación. «Estamos intentando averiguar si podemos ser capaces de detectar la presencia del virus con el empleo de determinados adyuvantes, aunque la muestra se encuentre una semana a temperatura ambiente y en unas condiciones de humedad que no sean las adecuadas», cuenta Esperanza Hernández, encargada de llevar a cabo esta investigación.

Si esto se consigue, podría ser muy útil para los países en vías de desarrollo, pues en esas naciones es más complicado acceder a determinados recursos. «En estos momentos, el método es bastante fiable para hallar el virus cuando la carga viral es alta, pero queremos ser capaces de detectarlo cuando la infección sea más reciente», afirma la investigadora. La idea es poder realizar, al menos, 100 controles para contar con un buen balance estadístico.

Estudio piloto

Hay que señalar que, inicialmente, el grupo realizó un estudio piloto a nivel hospitalario en el que analizó muestras de las que se conocía la cantidad de concentración del genoma del virus. «Por temas de seguridad, empleábamos un material sintético, pero en estos momentos estamos confirmando que el estudio piloto se puede trasladar a muestras clínicas de pacientes con diferentes cargas virales. Para ello, contamos con la colaboración del servicio de Microbiología del hospital», apunta Félix Machín

Entre las grandes ventajas de la reacción RT-LAP destaca el ahorro de costes, ya que no necesita disponer de termocicladores en tiempo real, un instrumento esencial para realizar pruebas PCR. «A la hora de poner en práctica nuestra técnica, basta con tener un horno para obtener los resultados», asegura el coordinador. Otro de los beneficios es que estos análisis son más rápidos de implementar que los test de antígenos. Además, pueden ser aplicables a cualquier otro patógeno vírico o bacteriano.

Este proyecto se enmarca dentro del programa Investigo, que se desarrolla bajo la gestión directa de la Fundación Canaria Instituto de Investigación Sanitaria de Canarias (FIISC). La iniciativa está financiada por el Servicio Estatal de Empleo Público (SEPE) y apuesta por la contratación de personas jóvenes investigadoras en organismos o universidades públicas, centros tecnológicos u otras entidades públicas y privadas que desarrollan proyectos de investigación. 

Ahora mismo, la línea de trabajo está liderada por Esperanza Hernández, quien cuenta con la implicación de la investigadora predoctoral Samantha Morais para conseguir los objetivos.

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