El Norte de Gran Canaria se toma con calma las elecciones europeas

En Bañaderos muchos ciudadanos se vieron sorprendidos por la jornada electoral, al no saber que había elecciones

Los jóvenes votan en busca de un futuro mejor en Europa, y los adultos "por Canarias y para que Europa nos tenga en cuenta"

Elecciones europeas 2024 | Votaciones en colegios electorales de Arucas

La Provincia

El reloj no había marcado las nueve de la mañana y Antonia Torres ya esperaba en la puerta del centro de mayores de Arucas, que durante este domingo 9 de junio permanece abierto para las votaciones de las elecciones europeas. Ella fue la primera en introducir su voto en la urna, y es que tal y como explicaba, siempre intenta ir lo más temprano posible para evitar colas. "Nunca he fallado en hacerlo, tener la oportunidad de votar ya es una suerte", dice. Unos minutos más tarde, María del Rosario llegó al colegio electoral. Con su voto en mano, acudió a las listas para mirar la mesa en la que tenía que introducir su boleto. "Veo el futuro tan mal, que creo que todos los ciudadanos deberían ir a votar". Desde los 18 años votando, María del Rosario mostró su preocupación actual con el futuro tanto de España como de Europa.

Correos también juega un papel fundamental en las elecciones europeas. Desde primera hora de la mañana, entregaron a los colegios pertinentes el voto por correo, y por la noche serán los encargados de recoger el sobre con resultados y llevarlo a los juzgados. A las 9.20 horas, Magnolia Suárez terminó de entregar los votos por correo en su primer colegio asignado, y mientras que la participación a primera hora de la mañana fue escasa, Suárez aseguró que el voto por correo en estas elecciones ha aumentado. "Que las personas que residen fuera tengan la oportunidad de mandar su votación es una tranquilidad para todos", indicó, "aunque es verdad que en elecciones europeas se nota que la participación ciudadana baja demasiado". Desde hace dos semanas, Correos se prepara para esta cita con la gestión del voto a distancia, y durante este domingo 9 de junio pueden seguir llegando de rebotes que se hayan quedado fuera. "Aún nos queda una jornada muy larga, pero el trabajo de elecciones es muy bonito", sentencia.

Magnolia Suárez entregando los votos por correo

Magnolia Suárez entregando los votos por correo / Jose Carlos Guerra

Un poco más a la costa, en la zona de Bañaderos, a algunos de los vecinos les pilló por sorpresa la jornada electoral. Muchos de ellos ni siquiera sabían que el 9 de junio no era un domingo cualquiera, sino el día en el que la ciudadanía debía elegir el futuro del Parlamento Europeo. En los edificios de usos múltiples apenas había movimiento, bien porque la jornada todavía estaba empezando o porque el buen tiempo llamaba más a la playa que a las urnas. Óscar González, un vecino de el Puertillo, achacó la poca participación a que "la gente joven se preocupa poco" y a que "el mensaje no termina de llegar". González entiende que hay tiempo para todo, y que no cuesta nada votar y después hacer vida normal. "Esto es importante para todos, y en las elecciones europeas creemos que no, pero nuestra decisión la vemos reflejada en situaciones como la guerra de Ucrania, leyes o acuerdos que nos repercute en el día a día", explicó.

Un voto en busca de un futuro

Una mañana electoral que dio para todo: para los que acuden por primera vez a ejercer su derecho a voto, los pequeños que aún no pueden hacerlo, los que no han fallado nunca y los que no votan "porque es un engaño". Zuleima Hernádez, a sus 33 años, lleva votando desde que tiene la mayoría de edad. "La gente no toma en cuenta las europeas y lo veo mal, porque luego vienen las quejas, no votan y son los primeros en protestar", señaló después de depositar su papeleta. Junto a su madre y una amiga de ambas, Zuleima no tenía reparos al asegurar que el voto ha bajado mucho, a pesar de que la jornada no se dará por finalizada hasta las ocho de la tarde. "Mis padres siempre han votado y es lo mejor si queremos un futuro, porque en España en concreto está muy complicado", sentenció.

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En Gáldar, uno de los colegios electorales abiertos a la ciudadanía fue el Polideportivo Juan Vega Mateos. Al igual que en Arucas y Bañaderos, la participación hasta la hora de mediodía era escasa. Pasadas las once de la mañana, la familia García Mendoza aprovechó la jornada electoral para desayunar y ejercer el derecho al voto junto a la pequeña de la casa, que con 18 años recién cumplidos se estrenó en unas elecciones. "Nosotros votamos por Canarias y para que Europa nos tenga en cuenta", señalaron los padres, que al igual que la mayoría de los ciudadanos, han notado cómo ha bajado la aportación de los vecinos. "Es importante decidir y mostrar lo que queremos por el bienestar de todos, y más cuando hay jóvenes en casa, porque la situación para ellos cada vez es más complicada", agregaron.

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, vota en su colegio electoral de Arucas

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Ambiente electoral en colegios de Gáldar

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Abandonar Europa

Carlos Rodríguez representa a ese porcentaje de la población joven que, ante la situación que se está viviendo en España y en Europa, se ha planteado abandonar el continente: "Todo está vacío, esperaba mucha más gente votando y me he llevado una sorpresa". Él, aunque ve la situación compleja, quiere pensar que en otros momentos el país ha estado peor y la ciudadanía "ha sobrevivido", y aunque ha intentado poner rumbo a Canadá y a Japón, finalmente no ha dado ese salto definitivo. "Irse es más complicado de lo que parece y de momento prefiero apostar por cambiar desde dentro", apuntó. Con su deber cumplido, Carlos aprovechará la jornada dominical para darse un salto a Moya Dulce a subirse el azúcar.

La familia García Mendoza votando en Gáldar

La familia García Mendoza votando en Gáldar / Jose Carlos Guerra

Al contrario que Carlos Rodríguez, la que sí tiene la certeza de marcharse de España es Moneiba Domínguez. Tiene 22 años, edad suficiente para entender que "en España no dan valor a los jóvenes y hay que hacer muchas cosas para que nos tengan en cuenta". Estudiante de Ciencias del Mar, Moneiba tiene claro que en unos años pondrá rumbo a Suiza, puesto que a día de hoy no hay nada que la eche para atrás a la hora de tomar la decisión. Por otro lado, esta joven estudiante achaca a la educación el principal problema de que no haya movilización por parte de los veinteañeros. "Habría que cambiarlo todo, en los centros educativos deben poner más esmero en explicar a los jóvenes lo que supone votar, porque si no nos informamos nosotros mismos, no hay nadie que te explique de política", sentenció.

Una mañana electoral en el Norte de Gran Canaria en la que los ciudadanos se han tomado con calma su derecho a voto, y donde muchos han dado más importancia a un domingo de playa que a decidir sobre el futuro de Europa.